La editorial, escribe Fernando Maldonado
Los hermanos González Vieyra -Uruviel y Giovanni- están detenidos por presuntos delitos como secuestro, extorsión, robo de transporte de carga y tráfico de animales exóticos, pero los habitantes de la zona de los Fuertes de Loreta y Guadalupe, trabajadores y legisladores en el Congreso del Estado tuvieron que pagar con otro bloque la sede legislativa que se extendió por seis horas.
Se trata de uno de los episodios de la historia política y criminal más bizarra que se pueda contar en las últimas décadas. Uriviel y Givanni, junto con su padre Ramiro han constituido un cacicazgo en todo el Valle de Serdán -Tlachichuca, San Nicolás Buenos Aires y Chalchicomula de Sesma- de la mano del Partido Revolucionario Institucional y el muy morenovallista partido local, Compromiso por Puebla.
Los cargos políticos y administrativos que ahora ostentan fueron tutelados por el Movimiento Ciudadano, el partido que dijo en la campaña presidencial de 2024 no querer nada con la clase política tradicional y que no ha dicho esta boca es mía, sobre todo tras el operativo que fuerzas federales realizaron para su aprehensión el viernes 7 de la semana pasada.
Una muchedumbre, con todo y transporte y alimentación, fue llevada a las afueras de la nueva sede del Congreso del Estado para forzar su liberación, como si un “charolazo” fuera capaz de sacar a los presuntos delincuentes de la cárcel. ¿Y su nieve de que la querrán?
