La editorial escribe Jesús Olmos
Los colectivos que buscan desaparecidos en México viven una tragedia multifactorial, padecen del fuego cruzado del poder y viven en la zozobra por pisar los callos del crimen organizado.
Hemos visto a Nepomuceno Moreno, el padre buscador que confrontó al entonces presidente Calderón y luego murió acribillado en su camioneta.
O a Marisela Escobedo, la madre que exigía justicia ante el entonces gobernador de Chihuahua César Duarte y fue asesinada en las puertas del Palacio de Gobierno estatal.
Así se extienden por todo el país los casos de quienes buscan a sus familiares desaparecidos, recibiendo ataques a diestra y siniestra, pero cuando hablamos del dolor de la violencia en este país, nadie ellos para ser una voz autorizada.
@Olmosarcos_