La editorial escribe Jesús Olmos
Recientemente, en uno de los podcast con los que el Partido Morena está tratando de llegar a las juventudes, Andrés Manuel López Beltrán, pidió que lo dejen de llamar “Andy”.
Si bien es cierto, que es el mote que muchos liderazgos de la oposición y los comentócratas han tratado de darle para señalar pequeñez o inexperiencia, también es cierto que compartir el pso del nombre de su papá -para bien y para mal- lo compromete.
El hijo de AMLO, afirma que su “más grande orgullo es llamarme como el mejor presidente que ha tenido este país”, y pide que lo llamen Andrés Manuel ya que su nombre tiene una connotación.
Y es medianamente cierto, el nombre tiene un peso, el peso de muchos pasos andados que Andrés junior no ha dado, éxodos, discursos, plantones, una propuesta clara, manifestaciones, choques, derrotas y victorias, que aún no ha recorrido.
@Olmosarcos_