La editorial escribe Jesús Olmos
Han sido años de vivir bajo la sombra, en la marginación, muchas veces relegados o no escuchados, algunos perseguidos y muchos también señalados, esa cara es lo que se oculta detrás del repudio a Donald Trump y sus redadas antinmigrantes.
Mientras el presidente republicano critica el uso de banderas de otros países en las manifestaciones contra su política denigratoria y violatoria de los Derechos Humanos, olvida que existen incrustados en sus ciudades barrios chinos, irlandeses, italianos, por supuesto que mexicanos, pero también cubanos, porque la semilla de su país es esa, la multiculturalidad.
Muy poco ha entendido Donald Trump, este blanco privilegiado descendiente de migrantes alemanes, que la binacionalidad hace que millones de hogares del otro lado de la frontera levanten dos banderas a la vez.
Trump no entiende, porque no lo sabe, que cada una de sus acciones está rociando pólvora a un enojo enquistado por años, que se dice listo para apaciguar, pero del que no conoce ni una pizca de la entereza que están por mostrarle losmigrantes.
@Olmosarcos_
