La editorial escribe Jesús Olmos
Es una bonita pieza de ornamento que adorna la Vía Atlixcáyotl, en donde una inmensa cantidad de gente que transita lo admira y lo parecía, pero no lo visita.
Se trata de un museo sin acervo, una obra sin techo financiero, una deuda impagable, construido en un terreno expropiado, un capricho gubernamental, un espacio multi galardonado que no ha tenido identidad, una galería fantasma que hasta la fecha no ha logrado alcanzar su esplendor porque ni siquiera era propiedad de las y los poblanos.
Lo importante ahora será ver cuales son los planea, como se incentivará a la gente a visitarlo, que exposiciones permanentes o rotativas se vivirán, que nuevas ofertas culturales se vivirán ahí, porque el espacio ya está y es urgente explotarlo.
“He ido mucho por Puebla (no sé si os habéis dado cuenta) y nadie, nunca, me ha dicho de ir de visita”, dijo la abogada Helena Monzón como una cereza del pastel a lo anunciado este lunes.
@Olmosarcos_
