El modus operandi de los delincuentes, en su mayoría encapuchados, arrojan piedras a los vehículos
La autopista México-Puebla ha sido escenario de recurrentes asaltos en diversos puntos, particularmente en la zona de Río Frío, donde los conductores han reportado nuevos intentos de robo
Uno más se registró la madrugada del 1 de marzo. En esta ocasión, varios vehículos fueron atacados con piedras y objetos en el camino para provocar ponchaduras en las llantas, forzando a los automovilistas a detenerse y ser víctimas de los delincuentes.
De acuerdo con las denuncias de los afectados, el modus operandi sigue siendo el mismo: los delincuentes, en su mayoría encapuchados, arrojan piedras a los vehículos y, en algunos casos, pinchan las llantas. Una vez que los conductores se ven obligados a detenerse, los asaltantes se abalanzan sobre ellos para despojarlos de sus pertenencias.
Aunque las autoridades locales y la Guardia Nacional han intensificado los operativos en la zona, muchos usuarios siguen reportando la persistencia de estos delitos. A pesar de los esfuerzos por aumentar la seguridad en tramos específicos, los conductores expresan su frustración al no notar una mejora significativa en la vigilancia de algunos sectores.
Este tipo de incidentes no es un hecho aislado. Los ataques en la autopista México-Puebla, especialmente durante la noche, se han vuelto cada vez más frecuentes, lo que genera una creciente preocupación entre los transportistas y conductores particulares. Además de los objetos en la vía y las piedras, se han detectado falsos retenes como una modalidad más utilizada por los delincuentes.
Ante la situación, las autoridades han recomendado tomar precauciones adicionales, como evitar circular en horarios de baja afluencia, no detenerse en áreas solitarias y mantener una comunicación constante con la Guardia Nacional en caso de cualquier actividad sospechosa. También se insta a los usuarios a denunciar cualquier incidente al 911 para agilizar la respuesta de las fuerzas de seguridad.
