Los señalamientos ridículos son una constante desde la Casa Blanca, contesta el expresidente
El ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, es el nuevo blanco del presidente Donald Trump, que sigue en el ojo de la polémica por la revelación de una carta que lo enlaza con el caso de Jeffrey Epstein, el magnate pederasta que se suicidó en una celda en 2019.
Durante la última jornada, ambos políticos protagonizaron un nuevo intercambio de señalamientos públicos. El republicano acusó el demócrata de intentar un golpe de estado en 2016, a lo que el demócrata respondió que las declaraciones son ridículas y buscan distraer la atención de la crisis que enfrenta el empresario venido a político.
Donald Trump declaró durante la jornada del martes su intención de “perseguir a la gente” por lo que dice fueron intentos de interferir en las elecciones de 2016, al afirmar que Rusia buscaba influir en el resultado a su favor, narrativa que presentó la entonces candidata y secretaria de Estado de la administración Obama, Hillary Clinton.
Trump calificó al expresidente demócrata como el “cabecilla” de la presunta conspiración, dijo que usó inteligencia como arma y que cometió sedición.
Obama respondió asegurando que los señalamientos ridículos son una constante desde la Casa Blanca con Trump, pero en esta ocasión constituyen un vano intento de distracción del caso Epstein, razón por la que optó por reaccionar.
El comunicado de Obama añadió que no existe rastro en las conclusiones de las investigaciones por la elección del 2016, aceptada de forma generalizada, de que Rusia influyó en las elecciones presidenciales de 2016, pero no manipuló con éxito ningún voto.
