La industria se ha transformado en los últimos 20 años, reconoce líder la Asociación Poblana del ramo
Manolo Domínguez, presidente de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, derribó diversos mitos sobre estos espacios y la conmemoración del Día del Amor y la Amistad.
Entrevistado por Fernando Maldonado, habló sobre el 14 de febrero, el “Día de los Amantes”, las fechas de bonanza en la industria, los casos más raros que ha vivido en estos negocios, las medidas de seguridad en estos espacios, la existencia de cámaras, la Puebla conservadora de antaño y otros tantas ideas que se tiene sobre esta industria.
“No hay un día que sea temporada alta ni el 14 de febrero, que ha tenido una baja considerable con respecto a hace 20, 18 o 15 años, donde había colas para entrar a estos espacios, pero ahora no se llenan todos. Este año va a ser bueno porque se junta viernes con el Día del Amor y la Amistad”.
El representante del gremio expuso que ahora los jóvenes buscan experiencias diferentes a las que se buscaban hace más de una década, algunos ya tienen departamentos y también han dejado de darle importancia a estas fechas representativas.
“Puebla dejó de ser conservadora antes del 2005, hay una apertura muy fuerte. La gente llega a los moteles caminando, en moto, en coche y sin cohibirse”, dijo sobre la gran apertura que ya existe para llegar a esos lugares en donde se venden productos eróticos, disfraces y comida.
El líder motelero dio a conocer que hay 317 hoteles en el municipio de Puebla capital, de los cuales 87 son moteles, con habitaciones desde las económicas de 280-320 pesos, hasta las lujosas de 3 mil 500 pesos.
“Los moteles no son los negocios que era, siguen siendo negocios, te puedo decir que estamos al 50% de lo que era como negocio, siguen siendo rentables, pero de 80 a 100 habitaciones que se construían antes, ahora ya son de 30 habitaciones como máximo”.
Dijo que Puebla es una ciudad de modas, donde los nuevos moteles tienen un tiempo de bonanza de alrededor de un año o un año y medio, pero también hay inmuebles que ya tienen su abolengo y son ampliamente reconocidos por las y los poblanos.
“Cuando nosotros te damos la habitación nosotros nos fijamos, por seguridad, que vayan las dos personas y e identificamos si va alguien más, porque puede haber cosas negativas. Checamos cuando entra la pareja, ojeamos que no ingresen personas a la fuerza. Tenemos un sistema que y siempre velamos por la seguridad de quienes ingresan”.
Explicó que los moteles ubicados en la parte Oriente de la ciudad han perdido concurrencia debido a que esta zona se ha ido quedando sin vida nocturna y toda se ha trasladado a la zona de Angelópolis.
“Hay muchas señoras mayores con jóvenes, señores mayores con chavitas, y se está dando mucho que lesbianas y gays llegan abiertamente a moteles, acá no discriminamos a nadie, mientras paguen la habitación no importa quien entre”.
Manolo Domínguez expuso que en los últimos años se ha visto una mayor diversidad de personas en estos inmuebles, y que ha ido variando el esquema social, desde que antes llegaban tapados por vergüenza, hasta que ingresan varias parejas a una misma habitación para disfrutar de un momento privado.
“Existe el problema del goteo, duermen a los clientes y los roban, esto también puede ocasionar un paro cardiaco y hemos tenido muertes”.
También han ocurrido tragedias como los decesos por paros cardiacos, tres muertos por haber dejado el coche encendido y el monóxido de carbono los mató, además de suicidios y hasta homicidios.
“En ninguno de los hoteles y moteles de Puebla hay cámaras, eso que quede muy claro. Tenemos de entrada y salida por seguridad”, recordó sobre la controversia en la que se ganó un pleito legal por un reportaje “falso y que aún sigue generando secuelas”.
Dijo que muchos matrimonios acuden a moteles, ya que en casa no hay tubo, potro, silla de posiciones, películas porno o espejo en el techo, y como cierta condición terapéutica.
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