El fiscal de Los Ángeles decidió no apoyar la reducción de la condena de los hermanos Menéndez. ¿Qué significa esto para su futuro?
El caso de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres en 1989, ha dado un nuevo giro. El fiscal del condado de Los Ángeles, Nathan J. Hochman, anunció que retirará la recomendación de su predecesor para reducir su sentencia.
Durante una conferencia de prensa este lunes, Hochman explicó que su decisión se basa en que los hermanos no han mostrado un reconocimiento total de su culpabilidad ni han asumido completamente la responsabilidad de sus crímenes.
Además, dejó abierta la posibilidad de reconsiderar esta postura si los Menéndez admiten de forma clara y sincera que mintieron en sus declaraciones de defensa propia.
A pesar de que Hochman no se opondrá a las solicitudes de audiencia para una posible nueva sentencia, sí ha dejado claro que se opone a la liberación de los hermanos. Argumentó que la decisión anterior, que abría la puerta a una reducción de la pena, no evaluó adecuadamente si los condenados habían reconocido la gravedad de sus actos.
El fiscal detalló que su equipo realizó una revisión exhaustiva de más de 10,000 páginas de transcripciones de los juicios, así como registros de prisión, testimonios grabados y otras pruebas.
Tras este análisis, concluyó que los hermanos Menéndez han mantenido por más de 30 años una versión falsa sobre lo ocurrido, asegurando que actuaron en defensa propia por temor a que sus padres los mataran.