A mis campeones

A mis campeones
Miguel Caballero
Atando cabitos

Miguel Caballero / @doncabitos

Mis ubuntus, mis bichos, mis chaparros:

Se necesita más que suerte para hacer lo que ustedes lograron la tarde de este jueves. Y no me refiero al campeonato (que por supuesto, es un logro enorme, y sobre todo por el gran rival al que enfrentaron), sino a la forma en que lo conquistaron.

Tuvieron que vencer demasiados obstáculos: ir contra la corriente en la mayoría de los partidos pasados y soportar las consecuencias de ser un equipo en construcción que vivía sus primeras experiencias en este tipo de competencia (la mejor de Puebla). Fueron demasiados golpes, algunos con una rudeza innecesaria, pero que debíamos tomarlos de la mejor manera y levantarnos siempre.

Eso sin olvidar también a todo ese ruido del exterior que, aunque no pareciera beneficiar en nada, también les ayudó a forjar el carácter que hoy los hizo convertirse en campeones.

Me faltan palabras para describir las emociones que me hicieron sentir durante este enredado viaje y, sobre todo, para agradecerles lo que me han enseñado desde el primer momento en que decidieron aceptar este fascinante reto.

Durante cada uno de los partidos y entrenamientos que tuvimos, el objetivo siempre fue el mismo: que ustedes se dieran cuenta de todo el potencial que tenían guardado, que eran capaces de lograr lo que se propusieran y, en especial, que entendieran que hoy en día están en el momento perfecto para integrar a su vida ciertos hábitos (de acción y pensamiento) que les pueden significar una vida completamente distinta en un futuro no muy lejano.

Cada una de las palabras (esas famosas “charlas basadas”) que les compartí, siempre tuvieron el mismo fin: verlos crecer, desarrollarse, competir, sonreír y ser unos niños (ni tan niños) plenos y seguros.

Estoy consciente que algunos de ustedes ya no los veré el próximo año, pero lo que hemos construido ha rebasado la necesidad de vernos a diario. Llegará el día, en unos cuantos años, que comprendan la magnitud de lo que conquistaron. Escribieron un capítulo inolvidable en los libros de su escuela. Hicieron historia. Y eso, nada ni nadie se los podrá arrebatar.

Ahora vendrán nuevas generaciones, a las que ustedes les han señalado el camino y les han puesto el listón. Supieron ser el ejemplo que debían ser. Siéntanse orgullosos de ello.

¡Felicidades, ubuntus! Le estaré eternamente agradecido a la vida por haberme permitido cruzarme en su camino y tener el privilegio de ser su profesor. ¡Los amo, campeones!

 

@doncabitos 

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