Ecosistema Digital por Carlos Miguel Ramos Linares
En anteriores entregas, platicamos sobre el uso de la inteligencia artificial en diferentes contextos. Desde la óptica gubernamental y como una herramienta de vigilancia, puede ser una herramienta viable para considerarse en temas de seguridad pública. De hecho, algunos precandidatos a la República con miras al 2024, la consideran como solución a diversos delitos. Con las capacidades de análisis de datos, aprendizaje automático y detección de patrones, puede ayudar a prevenir y resolver delitos, mejorar la vigilancia y fortalecer la seguridad en diversos contextos.
Sin embargo, es esencial garantizar que se utilice de manera ética y responsable, abordando preocupaciones sobre privacidad y sesgos potenciales. Ahora bien, definamos al capitalismo de vigilancia como un modelo económico donde las empresas obtienen ganancias al recopilar y analizar datos de los usuarios para mejorar la segmentación de la publicidad y la personalización de servicios. Estas compañías, especialmente en el ámbito de la tecnología, recolectan una gran cantidad de información personal de los usuarios a través de plataformas en línea, dispositivos inteligentes y aplicaciones para darle un uso comercial.
El capitalismo de vigilancia se ha convertido en una preocupación creciente, ya que plantea cuestiones sobre la privacidad y el uso ético de datos personales. Algunos activistas digitales argumentan que estas prácticas pueden violar la privacidad y dar lugar a un poder excesivo de las grandes empresas tecnológicas sobre los datos de los usuarios. Por lo tanto, una vez más; es importante abordar estos problemas a través de regulaciones y prácticas empresariales responsables para proteger los derechos y la privacidad de los usuarios.
Desde un enfoque hegemónico silmbólico el capitalismo de vigilancia gubernamental, se refiere a una situación en la que el gobierno utiliza tecnologías de vigilancia y técnicas de recopilación de datos para obtener un control más extenso sobre la población y ejercer influencia en la economía.
En este contexto, el gobierno podría utilizar diversas tecnologías de vigilancia, como la vigilancia en línea, el monitoreo de comunicaciones, el reconocimiento facial y la recopilación masiva de datos personales de los ciudadanos. Estas prácticas, de nueva cuenta; pueden plantear preocupaciones sobre la privacidad, el abuso de poder y el respeto a los derechos individuales.
En conclusión, es importante equilibrar la seguridad pública con la protección de la privacidad y los derechos civiles de las personas, coincido en ese sentido; sin embargo el uso sociohistórico que hasta ahora se le ha dado a la tecnología en México en términos de vigilancia se aleja de las buenas prácticas. Las regulaciones adecuadas y la supervisión transparente son esenciales para garantizar que el uso de la vigilancia gubernamental sea proporcionado, ético y se adhiera a los principios democráticos. Además, la sociedad debe fomentar el debate sobre estas prácticas y buscar un equilibrio adecuado entre seguridad y libertad individual.
Ecosistema Digital
Carlos Miguel Ramos Linares
@cm_ramoslinares