Verdades incómodas

Verdades incómodas
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

La quinta derrota en ocho juegos del Clausura 2023 para el Puebla de la Franja deja al equipo en situación comprometida con una afición molesta que apunta hacia algunos jugadores y al técnico Eduardo Arce cuando el problema es más profundo porque todas las áreas del club tienen responsabilidad ya que conecta con la concepción de negocio en el futbol por parte del verdadero dueño del club. La actual versión del equipo poblano es una respuesta al hecho de perder calidad torneo tras torneo entre los jugadores que llegan y se van, es una respuesta a acelerar procesos de fuerzas básicas por lo que a la primera duda se recula, es una respuesta a la inexperiencia del técnico, es una respuesta a vivir anclado en el pasado reciente https://www.youtube.com/watch?v=YtqYrGBuAjA.

El actual Puebla de la Franja no acaba de ser el de Eduardo Arce, los jugadores dudan entre ser más cautos en la presión o en mantener una presión más alta como en los tiempos de Nicolás Larcamón, por eso hay momentos que parece que ciertos futbolistas como Federico Mancuello o Diego de Buen no saben qué hacer o hasta lucen descoordinados; pero sobre todo es una escuadra que todavía está atascada en el Estadio Azteca y en el par de zarandeadas del América en la liguilla de octubre pasado, por eso cuando cae un gol en contra lejos de rebelarse ante la adversidad, el equipo se cae y el rival encuentra vías libres para hacer más daño. Eduardo Arce no ha podido recuperar al equipo mentalmente y hoy es una escuadra frágil en ese aspecto lo que nos lleva a otra área del club que es la de Psicología deportiva (porque es uno de los clubes que cuenta con este departamento) pero no ha sido capaz de recuperar a los futbolistas de ese trago amargo, sin dejar pasar que hay otros jugadores que el semestre pasado perdieron la confianza y no la han podido recuperar como los canteranos Ivo Vázquez y Alberto Herrera, así como Lucas Maia.

A este anclaje en el pasado se suman vicios que parecían erradicados en los primeros juegos y que han regresado como la marca en las jugadas de táctica fija, un problema que nunca pudo ser resuelto por Larcamón y que en los primeros duelos del actual torneo parecía superado pero en las últimas jornadas ante León y Cruz Azul ha vuelto a aparecer con muchas facilidades para los rematadores a tal grado que ya con la desventaja en el marcador ante la Máquina, Julio César Domínguez cabeceó completamente solo ante la lenta reacción de Diego de Buen para clavar el 2-0 que le dio tranquilidad a una escuadra celeste que no había ganado en el torneo.

Esa podría ser parte de la responsabilidad de Eduardo Arce. No ha terminado de convencer a los jugadores de los matices que considera necesarios de la era Larcamón y por ello los jugadores dudan, además de los malos resultados que generan más. Otro tema que es responsabilidad directa de Arce Peña es no haber recuperado mentalmente al equipo y un tercero puede ser su manejo de los canteranos que lejos de tomar confianza en varios casos han sido exhibidos porque da la impresión de que se les está metiendo con calzador, sin los apoyos necesarios para madurar.

La falta de respuestas puede deberse a este tema mental o la falta de calidad en la banca para cambiar la historia, algunos el viernes pedían el ingreso de Daniel Álvarez pero hay que señalar que “El Fideo” había jugado todos los partidos del torneo, uno de ellos como titular sumando 237 minutos con una asistencia ante Querétaro, pero salvo esa acción puntual en todos los demás minutos que había gozado había quedado a deber; es decir, no hay mucha tela de donde cortar porque a la plantilla corta, se suman las lesiones sobre todo con la baja de Emilio Martínez cuando más en tono parecía el canterano, y la de Facundo Waller quien se había convertido en el mejor socio de Mancuello en mediocampo, más las lesiones de largo plazo de Fernando Aristeguieta (quien no pudo ser registrado), George Corral, quien recayó cuando ya estaba en el proceso de tomar ritmo futbolístico y Kevin Ramírez quien aunque fue registrado sigue buscando su mejor forma en la sub-20. Precisamente ese es otro factor a tomar en cuenta: Qué pasa con el cuerpo médico poblano porque ya van varios futbolistas en proceso de recuperación que lejos de regresar para ayudar afrontan recaídas que los alejan de los terrenos de juego más tiempo.

Hoy el Puebla extraña a Maxi Araújo quien ha caído con el pie derecho en Toluca, a Jordi Cortizo quien no forma parte del once ideal de Monterrey, a Israel Reyes quien parece consolidarse en el América y que en el equipo de la Franja era el líder de la defensa, se fueron jugadores de calidad que no fueron suplidos con la misma calidad, pero el Puebla no sólo los extraña a ellos, extraña a tres jugadores señalados por la afición pero que siempre cumplieron en los minutos que les daba Larcamón: Iván Moreno quien siguió al argentino a León y ahora está jugando como carrilero ofreciendo mucho despliegue y mejores decisiones ofensivas, sigue extrañando al capitán Javier Salas porque a partir de su baja nadie le ha dado al Puebla la recuperación de balón y el orden defensivo que ofrecía un jugador de gran despliegue físico, extraña a Juan Pablo Segovia, un profesional algo lento pero que nunca dio las facilidades que desde el torneo pasado otorga Gastón Silva quien llegó con la idea de mejorar lo que daba Segovia y se ha quedado muy lejos del rendimiento del argentino.

Con una plantilla tan corta se hace fundamental que los jugadores de mayor experiencia tomen al toro por los cuernos y tiren del carro, lejos de ello, Pablo Parra deambula en la cancha, Gastón Silva en cada juego cae en al menos un error que le da al rival alguna opción ante Antony Silva, Guillermo Martínez se hace expulsar en León por discutir con el árbitro una falta a mediocampo, Daniel Álvarez falla en su rol de revulsivo. Muy pocos han dado la cara como Antony Silva quien en cada juego mantiene al Puebla en la pelea si bien el viernes tuvo responsabilidad en el primer gol de la Máquina al no recorrer su portería antes de tirarse en busca del disparo de Carlos Rodríguez, Diego de Buen, Emanuel Gularte Federico Mancuello y un voluntarioso Martín Barragán sin la claridad frente al marco de la campaña anterior, en gran parte porque no ha sido alimentado por sus compañeros.

Todos ellos lucen comprometidos, pero superados por la situación y ya muestran actitudes de desesperación además de sumarse a la lista de errores: Silva al no recorrer la portería, De Buen al perderse en esa jugada de táctica fija que significó el segundo gol cementero, Gularte da la cara, entrega buenas coberturas defensivas, va al frente con pundonor pero todavía no llega al nivel que tenía antes de la lesión del torneo pasado, Mancuello brega, regala buenos balones a sus compañeros y ahora hasta se asoma en el área pero se pierde ante la poca efectividad de Parra o Álvarez, el viernes terminó amonestado por dar una patada que refleja frustración; Barragán intenta, sale del área para tener contacto con el balón pero sus compañeros no lo han alimentado salvo en una acción a balón parado donde De Buen recentró y Barragán no pudo empujar ante un buen recorrido de Sebastián Jurado cuando el juego estaba 0-0, es decir, el apodado “Gasolinero” dejó ir una acción clara que pudo haber cambiado el rumbo del encuentro.

Pese a las sensibles bajas ya señaladas hay es justo señalar que Antony Silva, Diego de Buen, Emanuel Gularte, Lucas Maia, Gustavo Ferrareis, Daniel Aguilar, Daniel Álvarez y Omar Fernández se mantienen tras haber alcanzado las semifinales del Clausura 2021, ellos más Federico Mancuello estaban en la exhibición hace casi un año en el Estadio Azteca ante Cruz Azul, pero da la impresión de que alcanzaron un tope que no tuvo continuidad y lejos de crecer lo han bajado, tal vez porque la directiva no los ha ayudado enriqueciendo a la plantilla y lejos de ello se ha debilitado, pero es otro elemento a tomar en cuenta.

La larga lista demuestra que el problema del Puebla es colectivo, es conceptual, una responsabilidad del cuerpo técnico al momento de plasmar una idea tomando en cuenta las características de la plantilla pero que viene desde la directiva. Ya es momento de decir con todas las letras que este equipo de la Franja es parte de un consorcio que le ha dado estabilidad económica y deportiva pero que no busca trascender sino hacer negocios. El Grupo del Ajusco sólo ha ganado un campeonato, con Monarcas Morelia https://www.youtube.com/watch?v=YjOv04J-7k4, en más de veinte años en el futbol y eso que ha estado a cargo del propio Morelia, Veracruz (con el que descendió), Atlas, Mazatlán (que nació porque hubo una gran oferta del Gobierno de Sinaloa y en la Ciudad de México no se tentaron el corazón para mover al Morelia a pesar de su tradición) y la Franja; en general su modelo de negocio ha sido comprar barato y vender más caro, nunca gastar de más en aras a armar plantillas más competitivas o aspirantes al título y cuando tuvo multipropiedad siempre privilegió al equipo que se metía en problemas de cociente reforzándolo con los mejores jugadores del hermano para sumar los puntos necesarios para salvarlo, darle estabilidad y volver a empezar el ciclo.

Cuando se anunció la intervención de Azteca en el Puebla para cuidar su inversión por las transmisiones del equipo, muchos aficionados saltaron de la emoción creyendo que habría una fuerte inyección económica, se equivocaron porque ese nunca ha sido el modelo de negocio del Ajusco y su historia con los otros equipos así lo demuestra.

Ganar no es la única manera de hacer negocio para el Grupo del Ajusco porque ellos están en el futbol para obtener utilidades, por otro lado, están en su derecho porque es su dinero, más allá de que el modelo de negocio no busque como exigencia máxima la trascendencia deportiva. Hoy el Puebla goza de una mayor estabilidad económica, una estabilidad deportiva que le permite rebajar la calidad de la plantilla porque ya no está amenazado por el cociente y se ha metido a cinco liguillas de forma consecutiva lo cual es mucho más de lo que varias directivas “poblanas” habían conseguido. Entiendo la molestia de la afición, entiendo que algunos aficionados hablen del interés social que genera el futbol y por tanto la idea de la responsabilidad social que deben tener los dueños, pero esa idea en el futbol mexicano cada vez es más arcaica.

Por ello la problemática del Puebla es conceptual, una responsabilidad que en la cancha recae en Eduardo Arce Peña pero que va mucho más allá porque conecta con el modelo de negocio de sus dueños y ante la nula productividad del Mazatlán, el equipo de la Franja es el que más dividendos ha arrojado en las últimas campañas por lo que para el Ajusco el modelo funciona, ahora el reto para Eduardo Arce es convencer mental y futbolísticamente al grupo, sacar agua de las piedras de la plantilla y mejorar la situación deportiva con lo que se tiene lo cual representa un verdadero reto para un timonel debutante que a su favor muestra capacidad de análisis porque sus planteamientos iniciales no han sido malos y una mayor capacidad de autocrítica que su antecesor. 

@abascal2

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