Los dos Arturos

Los dos Arturos
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

En la rica historia del Puebla de la Franja han existido grandes jugadores, la afición sigue recitando algunos prácticamente de memoria: Jorge Aravena, Carlos Poblete, Roberto Ruiz Esparza, Pablo Larios, Paúl Moreno, Marcelino Bernal, “Chepo” de la Torre, otros hablan maravillas (y con razón) de Muricy Ramalho, el brasileño que fue pieza clave en el primer campeonato de liga, el de la 82-83 (próximo a su cuadragésimo aniversario), se habla de Luis Enrique Fernández, de Nelson Sanhueza, de Toño de la Torre, Raúl Arias, se recuerda con cariño a José Martínez “Pirri” y Juan Manuel Asensi los míticos españoles que jugaron juntos en Pueblas tras brillar con Real Madrid y Barcelona, respectivamente; otros hablan de Carlos Muñoz, primer campeón de goleo del Puebla, de Gerardo Rabajda, los que acostumbran acudir a los libros saben de Bruno Vitorio Rodolfi, la gran figura del Puebla fundacional, o Eladio Vaschetto, entre tantos otros, pero en esta larga lista hay dos nombres que deberían ser más reconocidos y más valorados.

Arturo Álvarez y Arturo “Mango” Orozco son los dos únicos jugadores que ganaron los dos campeonatos de liga de la escuadra camotera y no sólo eso, ambos fueron fundamentales como titulares en esas campañas cubriendo la lateral derecha en el caso del primero y la lateral izquierda en el caso del segundo. Álvarez Perea ganó los dos títulos de liga y la Copa México de la 89-90, mientras que el “Mango” ganó los dos campeonatos de liga y dos copas, la de la 87-88 ante Cruz Azul y la de 89-90 frente a los Tigres de la Autónoma de Nueva León https://www.youtube.com/watch?v=VNbZfLj4wfk&t=64s. Ningún otro futbolista puede presumir ser dos veces campeón de liga con la Franja pero su legado va más allá de los títulos porque su presencia fue habitual en esos años ochenta tan recordados como la mejor época para el equipo de la ciudad por el grado de protagonismo constante que alcanzó.

Oriundo de la ciudad de México, Arturo Álvarez Perea llegó al Puebla para la campaña 80-81, era un novato que procedía del Atlético Español y que en su debut con la Franja fue expulsado en el partido inaugural de la campaña donde el cuadro poblano sorprendió al Cruz Azul en el Estadio Azteca al son de 1-0 con gol de Muricy. Era el Puebla que había adquirido Jorge Suárez dándole un sello muy español, tenía buenos jugadores que iniciaron la temporada bajo el mando del brasileño, Dino Sani (campeón mundial en Suecia 58 como jugador), sin embargo el equipo no caminó, en la fecha 21 perdió 5-0 ante Atletas Campesinos en Querétaro (uno de los goles fue de Ítalo Estupiñán, quien después fue campeón con el Puebla) lo que obligó a la renuncia de Sani, Leonel Urbina tomó el cargo hasta el final de la temporada y fue quien estuvo a cargo de la gira por España. Esa temporada, Arturo Álvarez la cerró con treinta juegos disputados, veinticinco de ellos completos pero tres expulsiones.

La campaña 81-82 vio a un Puebla que finalizó en el octavo lugar general con 41 puntos, pero no clasificó a la liguilla por ubicarse en tercer lugar de su grupo, pero en ella Arturo Álvarez se consolidó ya que jugó treinta y siete de treinta y ocho partidos y treinta de ellos son completos. Ese Puebla tuvo la contribución goleadora de Muricy (12) Santiago Idígoras (12), Juan Manuel Asensi (10), José Martínez “Pirri (9) y Juan Manuel Borbolla (6) pero aun así no pudo clasificar en un grupo muy complicado donde estaban América, Tigres, Pumas y Atlas, fue la última temporada de Jorge Suárez como dueño de los Camoteros, la devaluación pegó y el Puebla tuvo que desprenderse de sus españoles así como del técnico Joaquín Rifé quien ya había sido presentado para la campaña 82-83 y, de hecho, ya hacía pretemporada con los jugadores españoles y un novato que había sido adquirido del Salamanca de segunda división, Paúl Moreno Altamirano; la franquicia estuvo cerca de venderse a Veracruz por sesenta millones pero la intervención del periodista Enrique Montero Ponce resultó clave para que el gobierno del estado evitara esa operación y adquiriera al equipo, sin embargo, no podía hacer frente a la nómina en dólares por lo que tuvo que desprenderse de Rifé y los jugadores ibéricos, al tiempo de buscar contra la marcha a nuevos futbolistas.

Se formó la “Promotora Puebla” para manejar al equipo y dentro de ella se nombró a un consejo técnico del que formaban parte Rafael Posada, Emilio Maurer, Leonardo Ortiz, Rafael Moreno Valle, Rodolfo Budib, Oscar Chedraui y Amado Llaguno; la directiva entregó la dirección técnica a Manolo Lapuente quien ya estaba en la institución y fungía como secretario técnico, llegaron veteranos como Luis Enrique Fernández (quien regresaba al Puebla), Ítalo Estupiñán, Nelson Sanhueza, Arturo “Mango” Orozco (procedente del León) y Toño de la Torre, más tarde llegaron también “Chaplin” Ceballos y Pedro Soto. Del anterior Puebla se quedan Muricy, Arturo Álvarez, Ángel Ramos, Gustavo Beltrán y un Raúl Arias que había sido adquirido por la anterior directiva para la 82-83. Es una campaña mágica en la que el equipo de la Franja lejos de descender, como vaticinaban otros directivos del futbol mexicano, se metió a la liguilla y se coronó por primera vez. Arturo Álvarez fue clave para la obtención del campeonato ya que jugó 37 de 38 partidos de temporada regular, 34 de esos juegos fueron completos, marcó sus primeros dos goles con la casaca poblana y sufrió una expulsión, en la liguilla jugó los seis partidos, cuatro de ellos completos y además estableció una conexión que sería clave en los años venideros: Su entendimiento con Paúl Moreno por la banda derecha generó una constante llave ofensiva para el conjunto de la Franja.

Del otro lado de la defensa, Arturo “Mango” Orozco, apareció en los treinta y ocho partidos de la campaña, con treinta y seis completos y tuvo una expulsión. En la liguilla fue titular en los seis juegos, cinco de ellos completos y fue clave en la final cuando con el marcador en contra tras perder la ida por 2-1 ante las Chivas Rayadas, fue al frente, recortó al centro y sacó un duro disparo que pegó en el cuerpo de Demetrio Madero para desviar la trayectoria del balón al guardameta Celestino Morales y decretar el 1-0 que empató el marcador global que obligó a los tiempos extra y luego a los penales donde tras una larga tanda, Luis Enrique Fernández decidió el título para los poblanos https://www.youtube.com/watch?v=xsgN7vJK9CI&t=45s.

Desde ese momento las bandas poblanas a nivel defensivo estuvieron bien cubiertas por los Arturos con Álvarez siendo material de selección nacional en el camino para México 86. En la 83-84 todo el Puebla bajó su rendimiento pero aun así, Álvarez Perea entregó 29 partidos, 24 de ellos completos, mientras que Orozco sufrió dos expulsiones a pesar de las cuales jugó en treinta y dos partidos, veintisiete de ellos completos. En la 84-85 ya sin Lapuente en el timón, con un flojo inicio por el que tuvo que ser destituido Leonel Urbina para que llegara Hugo Fernández, los dos Arturos siguieron entregando buenas cuentas: Treinta y cinco partidos, treinta de ellos completos con dos goles y tres expulsiones para Álvarez y treinta y un juegos, veintisiete completos, con cuatro goles y dos expulsiones para Orozco; el Puebla regresó a liguilla quedándose en cuartos de final ante los Pumas: Álvarez jugó los dos duelos, al igual que Orozco quien fue expulsado de forma rigorista y tempranera en la vuelta en Ciudad Universitaria, juego donde a pesar de ello el Puebla forzó los penales ante los líderes del torneo regular donde el fallo de Everardo Rodríguez Plata condenó a los poblanos.

Por razones mundialistas se organizaron dos torneos cortos en el ciclo 85-86, en el “PRODE 85”, Álvarez jugó los ocho partidos, los ocho completos y anotó un gol, el “Mango” hizo lo propio y aportó dos tantos para una escuadra que se quedó en semifinales, los dos Arturos jugaron los cuatro duelos y Álvarez sumó dos goles. En el “México 86” Orozco tuvo participación en doce compromisos, diez de ellos completos y Álvarez sumó dieciocho, con dieciséis completos, un gol y dos expulsiones.

La campaña 86-87 fue la más larga en el futbol mexicano, con cuarenta y dos jornadas totales y cuarenta partidos para cada equipo. Álvarez apareció en treinta y siete oportunidades, completó veintisiete partidos, anotó tres goles y sufrió cuatro expulsiones, mientras que Orozco apareció en treinta oportunidades, completó veinticinco, aportó tres goles y registró dos tarjetas rojas; en liguilla, ambos aparecieron en los cuatro partidos y Álvarez hizo uno de los goles con los que el Puebla derrotó 2-1 al América en el Estadio Azteca para dejarlo fuera de la contienda en cuartos de final https://www.youtube.com/watch?v=VC7IWUi2dFI&t=47s. Para la 87-88 Álvarez Perea dejó al Puebla para enrolarse con Cruz Azul y su puesto fue cubierto entre Rafael Amador y Ángel Torres, el “Mango”, por su parte siguió a lo suyo: Veinticinco juegos, veintidós  completos, con un gol y una expulsión en liga, más los dos juegos de cuartos en liguilla frente al América y en Copa cuatro partidos, tres de ellos completos para un Puebla que ganó su tercer trofeo de este torneo al superar al Cruz Azul por la regla del gol de visitante con el tanto de Marcelino Bernal en Querétaro y luego el empate a cero en el Cuauhtémoc.

“El Mango” fue titular en la 88-89 bajo el mando de Pedro García, treinta y un partidos, veintiséis completos con dos goles y dos expulsiones y en liguilla apreció en los seis de una fase final jugada por grupos y donde la Franja no pudo mantener el nivel que lo había llevado al liderato general, el golpe fue tan duro que la directiva cesó a García para regresar a Lapuente y armó un trabuco, entre las contrataciones se dio el regreso de Arturo Álvarez quien aportó treinta y tres partidos, treinta y uno completos, con un gol, Orozco tuvo problemas de lesiones y sumó diecisiete, catorce de ellos completos, pero en liguilla fue fundamental sumando los seis, cinco de ellos completos. Ambos marcaron en la reacción de cuartos de final ante Correcaminos; Tras un triunfo de 3-1 en Ciudad Victoria para los de la Autónoma de Tamaulipas, Álvarez y Orozco anotaron para superar con sufrimiento a la escuadra que dirigía Ignacio Jáuregui https://www.youtube.com/watch?v=jOSJTIruGtE, el de Orozco muy parecido al de la final contra Chivas. Ese Puebla ganó la liga y la Copa para ser considerado “campeonísimo” y en el torneo de copa fueron titulares indiscutibles https://www.youtube.com/watch?v=Pt5iuZX4Bps&t=250s.

Ambos se mantuvieron para la 90-91, aportando su seguridad, los dos disputaron más de veinte juegos (28 para Álvarez, 21 para Orozco) y en liguilla aparecieron en tres de los cuatro juegos para un Puebla que terminó la campaña bajo el mando de Nacho Trelles, tras el viaje de Lapuente a la selección y el fracaso de Jorge Vieyra, Álvarez Perea volvió a dejar al Puebla por alguna desavenencia con Emilio Maurer, mientras que el “Mango” se quedó y fue parte de esa plantilla que alcanzó la final de la 91-92 para perderla ante el León https://www.youtube.com/watch?v=_SuIOU6sCs0&t=104s, pero su aportación fue anecdótica con dos juegos en fase regular, ninguno de ellos completo, sin aparecer en liguilla, mientras que en copa jugó dos partidos, uno de ellos completo.

Arturo Álvarez regresó al Puebla para la 93-94 para jugar veintisiete partidos, veinticinco como titular con un gol y una expulsión, pero ese Puebla no alcanzó la liguilla, un año más tarde se reencontró con Paúl Moreno, pero fue una campaña con muchas lesiones: Apenas quince partidos, diez completos y un gol bajo la dirección de Alfredo Tena, no obstante entre repechaje y liguilla jugó los cuatro duelos y los cuatro fueron completos https://www.youtube.com/watch?v=cZBMFhX7ors&t=169s; cabe destacar que Paúl Moreno fue improvisado por Tena Garduño como lateral derecho ante la ausencia de Álvarez quien se quedó para una campaña más que resultó caótica por la salida de Tena, por la poca inversión de los Abed, tras Tena, Berna Brambila se quedó al frente del equipo y luego regresó Hugo Fernández, Arturo Álvarez entregó veinticuatro partidos, dieciséis completos en una escuadra que finalizó en el último lugar de la tabla general.

Álvarez Perea terminó su etapa como jugador como el que más juegos disputó con la Franja con 358, el de más juegos completos con 298, el que más torneos largos disputó con doce (empatado con Juan Ángel “Pito” Pérez), uno de los más expulsados con quince por dieciséis del líder, Juan Alvarado (en torneos largos), uno de los que más juegos de liguilla tiene en una lista encabezada por Roberto Ruiz Esparza y donde también está el “Mango”, uno de los que más liguillas tiene junto con el “Mango” Orozco en otra lista donde el líder es Ruiz Esparza, mientras que en juegos completos el “Mango” es segundo tras el capitán poblano.

No se puede entender al Puebla sin los Arturos, es cierto en la historia de la Franja ha habido jugadores excepcionales del mediocampo hacia el frente, pero los laterales de los años ochenta dejaron una honda huella y por eso es justo recordarlos y darles el lugar que les corresponde como un par de futbolistas claves en la mejor etapa del Puebla, como dos futbolistas que no sólo aportaron en defensa sino que supieron sumarse al frente generando una gran sociedad con Paúl Moreno en el caso de Álvarez y con José Luis Ceballos, Gustavo Moscoso o Edivaldo en el caso de Orozco. Ambos son claves para el Puebla, ambos deben ser recordados como figuras históricas del equipo camotero.   

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