Historias de Engatusada escribe Lety Torres
Alguna vez leí que para irse “se debe tener un corazón grande, lo suficientemente grande como para empacar todo lo que dejas: alegrías y dolores, amigos y por supuesto amores”.
Yo me he ido muchas veces de muchos lados. La primera vez que me fui, fue de mi casa, de la comodidad de la comida caliente y la ropa recién lavada. Tenía 16 años casi 17. “Abandoné” a mis padres para ir a la universidad a 8 horas de distancia en autobús y unas 6 en carro.
Después me fui de la universidad en Saltillo y de esta ciudad que me enseñó la independencia para llegar a la mejor decisión de mi vida: vivir -según yo por solo un tiempo- en Puebla.
Encontrar a nuevos amigos que no eran míos en una ciudad que tampoco lo era. Aunque mis raíces son poblanas, mi educación y estructura son México-americanas
Aquí me he ido de muchos lugares.
Me fui de casa de una tía cuando pude pagar mi propia renta. Me fui de TeleCable de Puebla para llegar al canal 26 que apenas era un proyecto en hojas tamaño carta. También Me fui de la radio para incursionar a la prensa y dejé la prensa para volver a la radio.
Me fui de un matrimonio más que erróneo y que dejó muchas secuelas.
Pero cuando te vas, también te pierdes.
Hace un mes exactamente me fui -de nuevo-. Me fui de un trabajo para aceptar otro.
Dejé, como cuando dejé mi casa, la comodidad de la rutina que pocas veces te ofrece el periodismo.
En Intolerancia Diario tenía todo como lo tenía en mi infancia, la comida caliente con la ropa limpia y acomodada.
Igual que como cuando tenía 16, me fui hace un mes de mi trabajo llena de expectativas, ilusión de un nuevo reto, pero también con muchos miedos.
Y aunque siempre es más fácil para quien se va que para quien se queda, eso no significa que para quienes nos vamos sea sencillo. Y hablo de irse de donde sea: de una casa, de un amiga o amigo, de un amor o de un trabajo.
Quien no se ha ido, no podrá entenderlo.
Irse no es para cualquiera. Porque cuando te vas -también lo leí en algún lado- más que moverte hacia un lugar, vas hacia un destino, el tuyo.
Y sí, estoy de acuerdo.