Apartheid y deporte

Apartheid y deporte
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

Cuando el próximo domingo 6 de agosto (en el tiempo de Oceanía) se vean las caras Países Bajos y Sudáfrica en el Estadio de Sídney dentro de los octavos de final del Campeonato Mundial femenil no sólo se estará disputando el boleto para seguir en la justa, sino que estará presente la historia sudafricana ya que el país europeo controló lo que antes era el Cabo de la Buena Esperanza y sus descendientes, conocidos como Bóeres o Afrikáans, impusieron el apartheid en el siglo XX, pero también estará presente la figura de Nelson Mandela quien en su período presidencial trabajó en la reconciliación de su país para lo cual respetó las tradiciones y costumbres de los afrikáans incluso a través del deporte con la conocida historia del mundial de rugby en 1995.

En lo deportivo Países Bajos llega como favorito al duelo porque está invicto en el mundial de Australia- Nueva Zelanda con dos victorias y un empate ante Estados Unidos https://www.youtube.com/watch?v=Z2OdBAnMIY8, porque mantiene la base de jugadoras que en Francia 2019 llegó a la final contra el equipo de las barras y las estrellas y ahora quiere repetir la excursión, mientras que Sudáfrica ya cumplió al ganar su primer juego mundialista (3-2 a Italia https://www.youtube.com/watch?v=YeHNmqTs69c), empatar con Argentina, competir de buena manera con una potencia como Suecia (1-2) y acceder por primera vez a una segunda ronda mundialista.

Apartheid significa separación en Afrikáans, la lengua que es una derivación del neerlandés, estuvo en vigor de 1948 a 1992 pero fue una política que ya se había gestado en la historia del territorio que hoy conocemos como Sudáfrica. El Cabo de la Buena Esperanza había sido bautizado por el rey de Portugal Juan II luego de que Bartolomé Díaz llegara al punto más austral del África en 1487, el rey prometió establecer desde este punto una ruta marítima para que los portugueses pudieran ir en busca de riquezas a la India, durante los años posteriores los marineros lusitanos alcanzaron pequeños acuerdos de pesca, pero no se conservan. Fue hasta 1652 cuando el neerlandés Jan van Riebeck estableció un puesto de avituallamiento en el Cabo de la Buena Esperanza para la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.

La pequeña colonia se fue extendiendo ante la soberanía neerlandesa, los colonos se encontraron con los pueblos Xhosa y entraron en guerra ganando el territorio e incorporaron a los nativos como mano de obra agrícola, obligándolos a convertirse al cristianismo, lo que rápidamente dividió a los grupos raciales ya que los esclavos de la compañía o los residentes de los pueblos tenían cierta posibilidad de practicar oficios, mientras los esclavos de los granjeros eran sometidos a un control más estricto. Más de un siglo después, Gran Bretaña ocupó el Cabo de la Buena Esperanza en 1795 coincidiendo con la declaración de quiebra de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales, los británicos se anexaron la Colonia del Cabo en enero de 1806 manteniendo la guerra contra los pueblos originarios aunque abolieron la esclavitud en todas sus colonias en 1833. Pese a ello, los descubrimientos de diamantes en 1867 y de oro en 1886 intensificaron subyugación de los nativos, los bóeres (significa campesino) resistieron con éxito el asedio de los británicos en la I Guerra Bóer (1880-1881) al aprovechar mejor las condiciones locales, durante la II Guerra Bóer (1889-1902) los británicos regresaron con más tropas, desarrollaron la táctica de tierra quemada y se impusieron a los Bóer para dar paso a una serie de reformas que desencadenaron en la creación de la Unión Sudafricana en 1910, año en el que la corona británica concedió cierta autonomía a ese territorio.

La población afrikáner peleaba contra el “peligro inglés” rechazando las medidas liberales en aras de preservar su identidad nacional. Ellos eran trabajadores agropecuarios (de ahí la denominación bóer), cristianos calvinistas, es decir de una rama más radical en varios conceptos sociales justo cuando se dio la autonomía de la Unión sudafricana los políticos afrikáners la aprovecharon para poco a poco establecer leyes que favorecían la segregación: Aprobaron leyes que debilitaban el desarrollo político de la raza negra ya que impedía el derecho a voto y a tener cargos en la administración pública.

En 1948 el Partido Nacional en coalición con el Partido Afrikáns de Daniel Francois Malan (1874-1959) ganó las elecciones, en ese momento la población blanca significaba el 21%, a comparación del 68% de la raza negra y del 11% de mestizos e indostanos. Malan estableció la segregación de acuerdo a las razas, se creó el registro racial obligatorio en 1949, prohibió los matrimonios interraciales y estableció como delito tener relaciones sexuales entre distintas razas. Para 1951 se crearon los distritos para blancos y 53 zonas segregadas. En 1954 llegó al poder Johannes Strijdon quien endureció todavía más las medidas.

Hendrik Frensh Verwooerd gobernó de 1958 a 1966, bajo su mando ocurrió la matanza de Sharperville (1960), declaró como ilegal al Congreso Nacional Africano que pugnaba por los derechos de distintos grupos raciales, en 1964 los miembros del CNA fueron condenados a cadena perpetua acusados de terrorismo https://www.youtube.com/watch?v=WyXagT21keo, entre ellos Nelson Mandela quien así inició un período de veintisiete años en la cárcel, siendo la más famosa Robben Island. Verwooerd fue el primero en enfrentar embargos y sanciones de la ONU y fue asesinado el 6 de septiembre de 1966, pero su sucesor, Baltazar Johannes Verster, quien se mantuvo en el cargo de 1966 a 1978, no cambió la política racial sino que la fortaleció pese a que el país fue excluido de acuerdos comerciales y dejó de asistir a Juegos Olímpicos (a pesar de que el propio COI invitó a su participación para México 68 y sólo la postura del Comité Organizador encabezado por Pedro Ramírez Vázquez frenó que compitiera en esa edición).

Peter Wilson Botha estuvo en el poder de 1978 a 1984 en el cargo de primer ministro, aunque luego tuvo un período de 1984 a 1989 ya como Presidente. El apodado “gran cocodrilo” siguió negando los derechos políticos a la raza negra aunque en lo social hizo algunas modificaciones como la legalización de los matrimonios interraciales, su sucesor fue Frederik De Klerk a pesar de que Botha no quería que llegara al cargo. De Klerk entendió los tiempos y dio paso a las primeras conversaciones con Mandela, lo cambió a prisiones con un poco de más comodidades y lo liberó en 1991 https://www.youtube.com/watch?v=3FQpanXOhQc dando paso a una nueva constitución no racista, legalizó el Congreso Nacional Africano y de la mano de Mandela organizó las primeras elecciones de Sudáfrica en las cuales “Madiba” resultó electo para dirigirá  una nación que tenía muchas heridas abiertas https://www.youtube.com/watch?v=_qe8pCKslos.

Mandela enfrentó la aposición de los afrikáners quienes lo seguían viendo como un terrorista y un socialista, lo consideraban un peligro, por ello, estuvieron a punto de generar una guerra civil. Tenían grupos armados como el ejército republicano Bóer, la resistencia contra el comunismo, el movimiento monárquico afrikáner, la fundación para la libertad y la supervivencia, los lobos blancos e incluso la rama sudafricana del Ku Klux Klan. Todos ellos encontraron un líder en Constand Viljoen, quien era un veterano de la guerra en Angola y era considerado un héroe. En un mitin en Potchefstroom, Viljoen calificó como “blasfema alianza” entre Mandela y De Klerk, declarándose preparado y dispuesto a morir en defensa de la patria: “Es inevitable que se produzca un conflicto sangriento que requerirá sacrificios, pero nos sacrificaremos con gusto porque nuestra causa es justa”, dijo. Viljoen juró que los guiaría, no sólo a defender su cultura, su religión, su lengua, a las familias y sus hogares, sino también llegar a la tierra prometida, el sueño definitivo del apartheid de crear un Estado separado dentro de los límites existentes de Sudáfrica.

Mandela se tomó en serio la amenaza pero lejos de contestar con la misma moneda de ilegalizar al movimiento rival o encarcelar a los líderes, buscó reunirse con Viljoen y cuando lo consiguió, de inmediato, le hizo saber que conocía la cultura Bóer, que la respetaba y valoraba, tuvo varios gestos hacia el general que poco a poco desarmaron al veterano de guerra que de opositor pasó a un convencido. Viljoen frenó a los grupos radicales Bóer porque vio la capacidad de Mandela, pero sobre todo supo de primera mano que el nuevo Presidente sudafricano valoraba la cultura Bóer, que la conocía y que verdaderamente estaba comprometido con la reconciliación. En cada uno de sus encuentros Mandela habló en afrikáner que aprendió en la cárcel donde comprendió que el camino para su país eran las palabras y no los actos violentos, al aprender afrikáner también se interesó en conocer su cultura, su historia aprendiendo los nombres de sus héroes, su literatura para lo cual pidió a las autoridades carcelarias que le proporcionaran las obras completas del celebrado poeta afrikáans D.J. Opperman, también conoció a sus símbolos de identidad.

Una vez desarmado por la vía pacífica, el otro símbolo de los Bóer que usó Mandela en pro de la reconciliación de Sudáfrica fue el rugby, un logro narrado en el libro del periodista, John Carlin y en la película de Clint Eastwood “Invictus”. Un acontecimiento deportivo, el mundial de rugby se convirtió en el mayor logro político de Nelson Mandela y en el ejemplo de la reconciliación sudafricana cuando tomó a los Springbooks bajo su manto. Sudáfrica iba a ser sede del mundial de 1995, el equipo sudafricano era uno de los símbolos de los bóer y por lo tanto eran odiados por la población negra quien apoyaba a sus rivales. Mandela trabajó para convencer que eso era cosa del pasado y que ese equipo ahora representaba a toda Sudáfrica, en algunas reuniones la postura del Presidente generó algunos abucheos que de inmediato cambió a una postura más abierta, mientras que el hecho de reunirse con los jugadores, de respetar al equipo y de mantener la parte del himno bóer ahora sumada al cántico de los pueblos originarios fue la última seña que necesitaban los bóer para dejar su desconfianza y sumarse a la postura presidencial, mientras que partido a partido el apoyo fue creciendo en todas las zonas sudafricanas, ese equipo llegó a la final y sorprendió a Nueva Zelanda para conseguir el campeonato mundial, pero logró algo más importante la unidad y reconciliación sudafricana a partir de la visión de Mandela https://www.youtube.com/watch?v=gZaEJexzo-U.

Lo que en un momento en prisión significó conocer a su enemigo, luego fue usado por Mandela para tender la mano https://www.youtube.com/watch?v=6ht6mqRpYzU, para cuidar los símbolos y la cultura de la otra parte de Sudáfrica y al hacerlo desarmó a sus rivales lo que die pie al proceso de reconciliación que fue magnificado por el deporte. Este fin de semana Países Bajos enfrenta a Sudáfrica en los octavos de final del mundial femenil, sus momentos son distintos uno busca mantener el protagonismo, el otro ya cumplió y quiere seguir sorprendiendo, pero cuando salten a la cancha en el contexto estará una historia de segregación, de posturas radicales, pero también de reconciliación gracias a la figura de Nelson Mandela.

@abascal2

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