Máscaras escribe Jesús Olmos
Uno podría entender la falta de cuadros en el Frente Amplio Opositor, la necesidad evitar algunos nombres que están en la congeladora, la urgencia por tener un rostro con el que identifiquen todo aquello que tiene que ver con el tema de seguridad y un plan que vaya en contra de todo aquello que ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador en el rubro y todo lo discutible que es su estrategia de seguridad de los “abrazos, no balazos”.
Una cosa es todo eso y otra muy distinto que entreguen “la iglesia en manos de Lutero”, o que elijan de entre lo que tienen al más discutible de los cuadros.
Y es que pareciera que va muy poco entre lo que representó en su momento en ex mando policial del foxismo-calderonismo Genaro García Luna y lo que representa ahora el ex gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca en las filas del Frente Amplio.
Vayamos por partes. El 21 de febrero del presente año, el otrora todopoderoso policía de Felipe Calderón y el panismo, fue declarado culpable de los cinco cargos que enfrentaba en un tribunal de Estados Unidos.
El jurado, determinó que el funcionario panista fue aliado clave para la expansión Cártel de Sinaloa durante los sexenios panistas de los que formó parte.
Fue hallado culpable por participar en una empresa criminal continua, conspiración internacional para la distribución de cocaína, conspiración de distribución y posesión de cocaína, conspiración de importación de cocaína y dar una declaración falsa ante la autoridad migratoria de Estados Unidos.
Además, es investigado por encabezar una red de empresas fantasma con una cifra que rondaría los 700 o hasta mil millones de pesos que ocultó en paraísos fiscales, en una trama que muchos han escuchado hablar.
Cabeza de Vaca, ni siquiera vive en el país y tampoco no pudo hacer campaña para buscar representar al Frente Amplio en el proceso electoral 2024.
En su nivel como ex gobernador de Tamaulipas, también arrastra un historial negro de persecución, acusaciones de lavado de dinero y vínculos con el narcotráfico, que lo hacen uno de los que menos cartas credenciales deberían tener para encabezar un tema de seguridad.
Como mandatario estatal, persiguió a hijos de opositores, atacó a presidentes municipales como el de Reynosa, la alcaldesa de Nuevo Laredo e igual se fue contra el edil de Matamoros. Acoso y persiguió de forma violenta a diputados y diputadas del Congreso local, líderes sociales y todo aquel que estuviera vinculado actividades para oponerse a su gestión.
Hay que sumarle el escándalo de la repartición de despensas del DIF morenovallista de Puebla, como parte de su campaña a la gubernatura, y los lazos que sostiene aún con los “Rebeldes del PAN”, quienes fueron los albiazules más cercanos a Peña Nieto.
Y con todo eso, el Frente no ha aprendido de su historia y está decidido a volver a vivirla poniendo a un perfil con una cola tan larga como la de Cabeza de Vaca encabezando los “trabajos” del Frente en materia de seguridad.
@Olmosarcos_