Máscaras escribe Jesús Olmos
La frase, origen es destino, nunca sería mejor aplicada que al infame historial del Partido Verde Ecologista de México.
Bajo la tutela eterna de la familia González, es un instinto político que se aleja de los ideales de los partidos ecologistas del mundo. Tiene propuestas increíbles en otros rincones del mundo para un partido ecologista como la pena de muerte o algunas otras ocurrencias en contra de los Derechos Humanos.
Son contrarios a los acceso a derechos de avanzada e históricamente no se han orientado a la izquierda, vaya, ni siquiera al centro, y su último viraje hacia Morena, no hace más que evidenciarlos comoun claro cúmulo de intereses acomodaticios.
El verde “ganó” con Vicente Fox en la elección del año 2000 para luego traicionarlos y volverse aliado del PRI.
En 2006, apoyaron a Roberto Madrazo y se fueron hasta el tercer puesto, pero no cesaron en ser un tumor pegado al tricolor.
Para el 2012, respaldaron a Enrique Peña Nieto y alcanzaron con él la presidencia del país y un buen número de posiciones en ambas cámaras y hasta en el gabinete.
Para el 2018 acompañaron al abanderado pro peñista José Antonio Meade Kuribreña junto con Nueva Alianza y tras salir derrotados, y luego de una serie de negociaciones que incluyeron una polémica en el Senado, se aliaron con el presidente López Obrador para respaldar su agenda. En 2021 ya compitieron como aliados de la Cuarta Transformación.
En el actual proceso electoral, es el Verde Ecologista el que ha dado la nota por las incursiones de personajes en la Cuarta Transformación, que están más allá de la polémica y son blanco del repudio, por sus ominosos pasados que avergüenzan a los militantes del partido que lidera la coalición gobernante: Morena.
Tuvieron a Manuel Velazco para ser medido en la encuesta que puso a Claudia Sheinbaum como precandidata presidencial quedando ampliamente rezagado.
Está el reciente caso de Jorge Carlos Ramírez Marín, quien defendió a capa y espada el ominoso sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto, leal al ejército priísta fue 2 veces diputado local, una tercia de ocasiones fue diputado federal, ha sido senador, candidato a gobernador, y que, ahora, quiere ser gobernar Yucatán en alianza del Verde con Morena.
En Puebla, la vacilada llegó cuando a Manuel Velasco se le ocurrió incluir a Tony Gali López, hijo del ex gobernador Tony Gali Fayad (quien persiguió y permitió que se persiguiera a morenistas durante su breve mandato), en la interna.
Militantes y dirigentes dieron el brinco criticando y repudiando su incursión, que solo fue bienvenida por su círculo cercano de pripanistas.Diputado en el morenovallismo, fue testigo del derroche y abusos de esa época y guardó un ingrato u cómplice silencio.
No se podía esperar otra cosa del Partido Verde, su origen es destino, un chiste de componendas y una vacilada para el electorado que tomará en cuenta todo este horrendo historial.
@Olmosarcos_
Jesús Olmos
