Xóchitl vs su peor enemiga: Xóchitl

Xóchitl vs su peor enemiga: Xóchitl
Jesús Olmos
Máscaras Xóchitl Gálvez Frente Amplio Opositor

Máscaras escribe Jesús Olmos

La aspirante presidencial de la alianza PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz, enfrenta un panorama del todo adverso en el arranque del proceso electoral 2024.

Las mediciones lucen cuesta arriba por hasta 30 puntos, los partidos que la apoyan se resquebrajan, las agrupaciones civiles que dicen apoyarla se erigen como fachada de un puñado de intereses, no ha logrado encontrar un discurso y su respectiva propuesta que la coloquen como una alternativa viable, sus asesores se desgastan en hacer guerra sucia contra el aparente tercer lugar y sus voceros llenos de clasismo, racismo y xenofobia, lucen cada vez más alejados de la realidad del país que pretenden gobernar.

Pero no es todo lo anterior donde radica la mayor de sus debilidades, ello radica en la propia aspirante presidencial, que un día sí y el otro también desmiente a la propia Xóchitl, va en contra de sus ideas, de sus discursos y de su proyecto presidencial.

Podemos comenzar por hablar de sus falencias discursivas, exhibidas en el evento del Monumento a la Revolución en el que, sin promter y a pesar de haber pirateado el discurso de Luis Donaldo Colosio, quedó al desnudo y trastabilló, hasta el ridículo.

Luego vino el ataque de sinceridad cuando habló de Alito Moreno, alguien con quien ella misma dijo, jamás trabajaría. Sin embargo, el polémico líder del PRI, tiene ambas manos y hasta los pies metidos en la campaña presidencial opositora en la que parece jugarse algo más que la victoria, sino el futuro del partido que comanda y que va quedando en cenizas. Luego, la propia Xóchitl reculó para desdecir a Xóchitl y alabar al defenestrado dirigente.

De ahí vino la contradicción con la victoria de Javier Milei, el presidente argentino de ultra derecha, un declarado antiderechos, negacionista y anarco capitalista, a quien felicitó y vio como lo mejor para América Latina. Al día siguiente Xóchitl, volvió a salir a desmentirse, para señalar que celebraba la victoria de Milei, pero que supuestamente se distanciaba de sus ideales y sus propuestas.

Luego vino, el ataque misógino de Vicente Fox contra Mariana Rodríguez, esposa del aspirante presidencial naranja Samuel García, y Gálvez de nueva cuenta tuvo que salir a calmar las aguas distanciándose de su ex jefe, al que menos de 48 horas antes había apapachado en un encuentro panista en Guanajuato.

Pero Gálvez, volvió a pisotear su palabra, ya que aquello de que “Si atacan a una nos atacan a todas”, no quedó más que en palabrería cuando ella misma, con una imagen denigratoria de su contrincante Claudia Sheinbaum, hizo alarde de la violencia política que dijo repudiar apenas unas cuantas horas antes.

La Xóchitl despartidizada, mantiene una lucha constante contra la Xóchitl obediente a las cúpulas aliancistas.

Gálvez ha intentado ser la candidata outsider, pero se hunde más cuando se viste de rojo y derrocha priismo con el partido que “no es perfecto”.

Xóchitl desmiente a tal grado a la propia Xóchitl y sus aliados, que es imposible no recordar los episodios donde criticaba al presidente López Obrador por comer en pueblos y compartir imágenes de ello, pero ahora hace lo mismo como queriendo reflejar alguna cercanía con la gente de a pie.

Algo deberá pasar en la campaña presidencial de la oposición para que su candidata levante, aunque lo primero debería ser que la propia Xóchitl desmienta a Xóchitl, y deje hacer campaña a Xóchitl o que haga evidentes sus filias y fobias, más allá del embrollo ideológico en el que solita decidió meterse.

 

@Olmosarcos_

Jesús Olmos

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