Niños y un trip

Niños y un trip
Jesús Olmos
Máscaras

Máscaras escribe Jesús Olmos

Cruzaron el país en un coche 3 adultos y 4 niños, y cuando digo cruzaron, fue algo literal.

Fueron por carretera desde el puerto de Veracruz hasta a Mazatlán, para llegar a un partido de basquetbol de ligas menores.

Las herramientas digitales marcaban 18 horas de camino, pero se hicieron casi 20 por las paradas al baño y a comer, por alguna desorientación en la brújula digital que los dirigía hacia el norte y ellos dieron vuelta hacia el sur.

De Veracruz se debe tomar hacia Cardel y cruzar Xalapa por un libramiento hasta Perote, luego toda la autopista hacia Amozoc y de ahí cruzar el norte de la ciudad de Puebla hasta llegar al entronque con el Arco Norte. Pasar por afuera de Tula y en Atlacomulco conectar con la autopista que bordea Morelia, cruza Guadalajara y desde Tepic toma al norte hacia Mazatlán.

Las pláticas hasta repetitivas de los adultos tomaron otro brillo cuando pasaron a Puebla por los dos pequeños para emprender la travesía.

En el camino hubo de todo, en un pequeño carro compacto encerrados tantas horas, hubo tiempo para dormir una buena siesta, comer algunas papitas o botanas, contar anécdotas y también para preocuparse por los focos rojos que se leen todos los días.

La primera pregunta al llegar a la zona sur de la capital poblana… ¿qué era Antorcha Campesina? ¿Cómo explicarle a un niño de apenas 10 años de edad, de una agrupación que medra con la pobreza y que, aunque es campesina de nombre, se dedica a otras actividades que rayan en la ilegalidad?

La segunda pregunta llegó al tomar dirección del Arco Norte… ¿cómo le explicas al otro pequeño que apenas y supera los 11 años, que una de las vías primarias del país puede ser al mismo tiempo una carretera de muerte, donde imperan los atracos y los grupos delictivos con total impunidad?

La tercera pregunta vino al pasar la ciudad de Guadalajara por la tarde y agarrar camino hacia Sinaloa de noche… ¿qué cosa es eso de los cárteles?, preguntó el más pequeño de los acompañantes de solo 6 años de edad.

La cuarta llegó en la ciudad mazatleca. ¿Porqué alguien diría que una ciudad que tiene mar es al mismo tiempo peligrosa? Algo que escapaba del imaginario de una pequeñita de 8 años.

La respuesta más fácil fue llevarlo al terreno de las caricaturas, en Dragon Ball o en la famosa Mario Bros, había villanos como Freezer o Bowser, personajes que no tenían escrúpulos en la búsqueda de sus objetivos personales o con el afán de lograr obtener mucho más poder del que tenían.

Así los niños hallaron el hilo, se trataba de un recorrido de más de mil 500 kilómetros por un país en el que las fuerzas del bien constantemente están en disputa con otras fuerzas, que no luchan sino por beneficiarse a sí mismas.  

Al otro día y cuando se alistaban para salir al campo, habían decidido de que lado querían estar. No había duda. Nada que tenga que ver con darle miedo a los demás, le dijeron a papá y se dispusieron a jugar.

 

@Olmosarcos_ 

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