parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
No existe cosa más frustrante que un gobernador que mira con desdén los medios públicos de su propio estado. Por el desempeño en ese ámbito, el autor de la columna ha podido atestiguar el desprecio que un jefe del Ejecutivo ve lo que se hace en la radio y la televisión que se debe a sus audiencias.
En Veracruz, lo hizo un iracundo Patricio Chirinos Calero luego de heredar la televisión creada en la década de los ‘80 por Rafael Hernández Ochoa; en Quintana Roo sucedió lo mismo cuando Roberto Borge heredó el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social que Pedro Joaquín Coldwell había edificado.
Sucedió también en Michoacán con el trabajo efectuado por el gobernador Cuauhtémoc Cárdenas y así, se ha repetido la historia de los medios públicos. Los vaivenes de la política, el celo entre sucesores y antecesores en los cargos ha ido en detrimento de la calidad y cantidad de programas de orientación y servicio público.
No es el caso del conjunto de medios -radio, televisión e internet en Puebla-, pues a partir de anoche el director de ese conglomerado de medios, Pedro Gómez, presentó el relanzamiento en esta nueva etapa.
No habría sido posible sin el apoyo del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, que decidió reincorporar al primer director en el periodo de gobierno que comenzó con Miguel Barbosa. La lectura es obligada, y sin dobles: se trata de un gesto de madurez política que redundará en una nueva oferta en las señales que salen desde el edifico que se ubica en la vía Atlixcáyotl.
Y desde luego significa un estímulo al personal de las más diversas áreas que hacen posible las transmisiones que día a día trabaja con lo más elemental para poder llevar contenidos inteligentes y con genuino sentido social para quienes necesitan información, orientación y servicios.
Los teóricos de la comunicación de Estado podrán concluir en que la determinación en materia de política pública decidida por el gobernador de Puebla deja de lado claramente el celo político y privilegia el interés de las audiencias de los medios públicos.
El director de lo que hasta anoche fue el Sistema Estatal de Telecomunicaciones y ahora Sicom -el nombre primigenio-, ha dado muestras de ser un profesional en lo que hace.
Los nuevos talentos que han sido convocados para encabezar los espacios de noticias, información y servicios, colegas de trinchera, permitirán tener enfoques diferentes y estilos propios.
El empuje que se verá en estas semanas tampoco sería posible sin el ingenio, creatividad y mística del talento que existe entre sus ingenieros, guionistas, realizadores, directores de cámaras u operadores de cabina.
Para quienes crecimos en los medios públicos debe significar una señal positiva que el Sicom viva nuevos tiempos porque se trata de la dignificación de un servicio público y esencial frente a la oferta comercial que tiene sus propias prioridades y lógica.
Celebrar una decisión de esa índole no significa lisonja, sino el aplauso legítimo de quien ha visto nacer los medios públicos, pero también naufragar casi hasta el exterminio por un absurdo e insensible capricho político que para Puebla, no es el caso.
@FerMaldonadoMX
