Encuesta sí, pero sin mediciones espejo

Encuesta sí, pero sin mediciones espejo
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado 

Vidas paralelas, las de Alejandro Armenta e Ignacio Mier entran de manera unánime a una nueva faceta política, cada uno en la ruta que ha corrido en paralelo desde hace décadas. Entraña inquietud porque se trata de una página en la historia irrepetible en los procesos de sucesión en el estado, al menos.

Iniciados y principiantes en el territorio saben de las inquietantes coincidencias en la vida política de uno y otro, que se han extendido hasta ya entrados en la madurez de la actividad pública como ocurrirá en las próximas horas con el relevo que sucederá en las responsabilidades legislativa de cada uno.

Armenta dejará en unas horas la presidencia de la Mesa Directiva en el Senado de la República que detentó durante el último año hasta el arranque del periodo ordinario que comienza el viernes 1 de septiembre y lo mismo sucederá en la Cámara de Diputados en San Lázaro, en donde Ignacio Mier preside aún la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

Como la mayoría de quienes integran la clase política -salvo los militantes químicamente puros en el PAN-, Armenta y Mier, miembros de un mismo tronco común familiar, iniciaron actividades políticas en el Partido Revolucionario Institucional.

Juntos, pero no revueltos, Armenta hizo equipo en el grupo político de Mario Marín y Mier en el de Enrique Doger, dos liderazgos políticos antagónicos aun coexistiendo en el mismo partido en el que otra vez hubo coincidencia pues ambos lo presidieron; Mier fue dirigente partidista a finales de la década de los ’90 y Armenta, no solo fue dirigente partidario, en 2016 fue coordinador de la campaña al gobierno de Puebla de la ahora diputada federal, Blanca Alcalá Ruiz.

Durante el último año de trabajo legislativo ambos fueron clave en la tarea encomendada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en el Senado y en San Lázaro. En ese periodo fueron dos poblanos, parientes de sangre y aspirantes a la candidatura a la gubernatura quienes mantuvieron las riendas en la arena parlamentaria.

Y ambos a partir de este fin de semana estarán libres de atadura de cargos en la estructura en el Congreso de la Unión para incrementar actividades políticas y de promoción en la búsqueda de la nominación de Morena para finales del 2023, escena en la que otros perfiles también hacen lo suyo.

Ahí están la secretaria de Economía, Olivia Salmón Vivaldo; el ex secretario de Educación, Melitón Lozano, único poblano en ser elogiado por la congruencia en la izquierda por Claudia Sheinbaum en su visita a Izúcar de Matamoros el 17 de agosto; y el ex secretario de Gobernación, Julio Huerta.    

Se trata de una carrera en la que los matices cuentan. Será un difícil y último periodo de prueba que irá posterior a la fecha en que haya sido solventado el proceso de elección -designación dicen los malquerientes de la 4T- de la candidatura presidencial que tendrá un día clave el próximo 6 de septiembre.

La proximidad de esa fecha alienta una alta expectativa entre distintos sectores de la vida pública en Puebla. En el círculo político dominante en Morena se valora ir por una decisión política que evite el desgaste interno, con una sola encuesta efectuada por la comisión respectiva, sin firmas encuestadoras espejo.  

La decisión ya es valorada en el entorno presidencial, lo que podría prever un escenario que las encuestadoras serias ya publicadas han previsto, pero en política ya se sabe que nunca la verdad está dicha.

@FerMaldonadoMX

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