La tragedia de la Rueda

La tragedia de la Rueda
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado

La riña callejera que se suscitó el sábado en el entorno de la Rueda de Puebla con saldo de un joven de nombre Neto severamente lesionado alcanzó niveles pocas veces visto tras la difusión masiva en redes sociales que el lunes alcanzó medios como El País en España y RT en Rusia; en radio y televisión. Nadie se pudo sustraer del interés … Y el morbo.

Las secuelas de esas agresiones tumultuarias tienen lecturas diversas mucho más allá de las lesiones que padeció la víctima del ataque ante esa mayoría hostil, iracunda y cobarde la noche del sábado. El Tecnológico de Monterrey hizo saber a la comunidad Tec la suspensión de los cuatro muchachos que participaron en la consumación de delitos como lesiones, injurias y amenazas.

El comunicado firmado por el director del campus en Puebla, Jorge Francisco Rocha Orozco hizo saber que “tan pronto identificamos la participación de estudiantes del campus Puebla, iniciamos los procesos disciplinarios de acuerdo con nuestro Reglamento General de estudiantes, dando como resultado la baja definitiva de los mismos”.

Algo similar sucedió desde el fin de semana pasado con los alumnos que cursaban sus estudios en la Universidad Anáhuac y que han sido claramente señalados por haber asumido un papel actuante en la golpiza en contra de Neto en una zona de alta concentración de jóvenes cada fin de semana.

Aunque en ninguno de los comunicados de las dos universidades privadas que gozan de notable prestigio se menciona las identidades, nombres y direcciones de los presuntos agresores, queda claro que las administraciones del Tec de Monterrey y Anáhuac tienen identificadas claramente identificadas.

Será suficiente que un Juez de Control o los agentes investigadores de la Fiscalía General del Estado hagan una formal solicitud para confirmar identidades y los datos necesarios para su localización de quienes propinaron la golpiza para ser llevados a enfrentar el proceso penal según la tipificación de los delitos.

Los jóvenes que participaron de la paliza a la víctima no sólo perdieron la posibilidad de un futuro tras culminar estudios universitarios, sino la libertad de su persona. El destino jugó rudo para las familias involucradas relacionadas con quienes tendrán condición de imputados: el dinero destinado para solventar las carreras universitarias deberá tener una nueva vocación para el pago de abogados y, peor, la compra de privilegios en el sistema carcelario. 

La tragedia envuelve a todos los involucrados por un impulso impensado de un grupo de muchachos que sin lugar a duda, sigue patrones de conducta familiar que van desde la violación a le ley sin castigo que alimenta la impunidad, hasta la falta de respeto a la vida misma.     

“No pasa todo el tiempo”, dijo el secretario de Seguridad en el estado, Sergio Iván Cruz Luna como si eso fuera una coartada para explicar la ausencia de elementos policiacos que pudieron haber evitado la agresión que colocó a Puebla en el plano nacional e internacional durante los últimos días.

La tragedia de la Rueda también exhibe yerros de parte del Estado. No hay política que prevea escenarios como el que acaparó la atención de la sociedad en general y eso incluyo al gobierno del estado y municipios, pero además confirma la condición frívola y doble moral de los usuarios de las redes sociales que convocaron a cerrar calles y, linchar a los protagonistas como en la peor época de la ley del talión: ojo por ojo, diente por diente. Todo salió mal y de ello somos responsables todos.

 

@FerMaldonadoMX

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