Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
La senadora de la República Nadia Navarro deberá aplicar todo el talento del que ha dado muestras a lo largo de su trayectoria para competir por la candidatura al gobierno del estado por el Frente Amplio por México -en su capítulo en Puebla-, la posición por la que desde que en marzo pasado comenzó a materializar de cara a la clase política.
Aun y con lo inexplicable que parezca, Navarro forma parte del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, forma parte de una franquicia elector local Pacto Social de Integración, que preside su padre Carlos Navarro Corro, un dirigente político que fue capaz de embarcarse con éxito en las tempestuosas aguas en los sexenios de los difuntos Rafael Moreno Valle y Luis Miguel Barbosa, notoriamente encontrados.
Y es que el jueves 21 que estuvo en Puebla el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, acompañado de todos los liderazgos panistas para cortar el listón inaugural de la remodelada sede de ese partido en la colonia Bugambilias, decidió despejar dudas y colocar al presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez como el futuro candidato al gobierno estatal.
No fue una sorpresa para nadie en la clase política pues propios y ajenos a las siglas panistas, han dicho en público y en privado que Rivera Pérez es el perfil político mas competitivo con el que cuenta el frente opositor para competir con solvencia política por el poder público, en juego en el primer domingo del mes de junio de 2024.
La única que parece haberse contrariado fue la integrante de la Cámara Alta que ha trabajado con decisión por alcanzar la nominación desde que en marzo pasado decidió realizar un conjunto de foros en Puebla con la presencia de Xóchitl Gálvez, que aún no se perfilaba para alcanzar la posición que ahora ocupa frente al poderío político del grupo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
También estuvieron esa última semana del tercer mes de 2023 el senador por Veracruz, Julen Rementería del Puerto, aspirante como Navarro a la candidatura opositora por el estado vecino; lo mismo con Damián Zepeda, que aspiró a ser abanderado presidencial; Miguel Angel Mancera y hasta Claudia Ruiz Massieu, igualmente candidateables hace un semestre.
La dosis la repitió en mayo cuando igualmente llegaron a Puebla, Patricia Mercado, fue una ex candidata presidencial y Germán Martínez el ex líder nacional del PAN que encontró cobijo en Morena al inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador y luego, como su compañera en el Senado, Lilly Téllez, decidió salir.
El anticipado destape de Marko Cortés para que Eduardo Rivera compita por la gubernatura desde la sede panistas de Puebla no hace sino colocar en una incómoda posición al partido que dirige Navarro Corro que venía de un episodio difícil, por lo menos.
Haber incluido las siglas del Pacto Social de Integración en una mesa de respaldo a Claudia Sheinbaum con Morena a la cabeza y sus aliados obligó a que el propio dirigente del PSI saliera de deslindar PSI. Nadie sabrá decir si la marca local al lado de los aliados del partido en el poder el 14 de septiembre pasado haya provocado que Cortés levantara la mano de su perfil para competir por Puebla.
El control de daños pudo haber llegado a destiempo, confirmado el portazo con el que se topó la tarde del jueves pasado cuando hubo algarabía por la confirmación de que será Rivera Pérez el candidato que ya derrotó a Morena en 2021.
@FerMAldonadoMX
