La barbarie entre nosotros

La barbarie entre nosotros
Fernando Maldonado
Zoquitlán

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado

Sin apenas habernos alertado, y sin percibirlo, los radicalismos invaden nuestros distintos espacios. En las mesas de café y comidas familiares; en los centros de trabajo y convivencia cotidiana; y en los centros de recreo o transporte púbico, la divisa ya es el exterminio del otro.

No puede llamarse de otra manera a quienes cobijados por la noche deciden acribillar y luego incinerar a cuatro miembros de una familia -entre ellos dos menores de edad- en Zoquitlán, en la zona limítrofe con Veracruz y luego asumir como coartada institucional un ambiente de rivalidad entre grupos confrontados por el control de la plaza.

Nada puede exculpar a los matarifes de haber privado de la vida a nadie, particularmente a dos niños por el solo impulso de terminar con la existencia de un grupo de personas familiares entre sí, con quienes disputaron en el pasado reciente, el mercado de narcomenudeo.

Sobre todo porque esa ha sido la excusa de las autoridades, desde el inicio de la llamada guerra contra el narco con Felipe Calderón, el panista que en la búsqueda de legitimarse incendió la República, un hecho del que las llamas alcanzan nuestros días y como si el solo hecho de tener vínculos con grupos armados terminara con los derechos de una persona.

Nada peor que los falsos redentores que monopolizan el discurso público y los amagos del advenimiento del Apocalipsis en forma de mujer, de una persona trans, abortista o comunista. La ignorancia o mala fe detrás de esas intervenciones públicas que reciben el apoyo de los magnates como el republicano Donald Trump en Estados Unidos o del gran capital, como Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas.

Como recientemente se pudo observar en el post publicado por el ultra conservador Eduardo Verástegui, inscrito para colmo de la salud pública y la frágil democracia mexicana como aspirante a la candidatura independiente a la Presidencia de México.

Al menos un millón de usuarios de X pudieron ver casi de manera inmediata los 10 segundos de ese iracundo hombre que porta un rifle con una leyenda que resulta en todo lo contrario a la fe que pregona: “Miren lo que vamos a hacer a los terroristas de la agenda 2030, del cambio climático y de la ideología de género”.

Por estos días se estrenó el documental en streamming La oscuridad de la Luz del Mundo, una expresión religiosa que tiene un importante asiento en el municipio de Amozoc, en el que se narra la existencia de una familia de depredadores sexuales y que terminó con el encarcelamiento de un autoproclamado “apóstol de Jesucristo”, Naason Joaquín García.

Todo es en nombre de la religión, del dinero o el sexo, pero los extremismos los vivimos desde una pequeña población como Zoquitlán con la ejecución e incineración de una familia hasta la Franja de Gaza, desde donde se producen escena inenarrables y que todas en conjunto ponen en entredicho el avance de la civilización, solo para percibir que los impulsos primitivos como las creencias, la adoración a la fe, el dinero y la intolerancia nos lleva sin remedio a un ambiente cada vez mas hostil, del que tarde que temprano todos vamos a lamentar.

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