parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
El ex diputado federal del panismo de Ricardo Anaya, Eukid Castañón, fue liberado, y no. Tiene un pie en la calle, es cierto, pero eso depende de factores más jurídicos que políticos.
Nadie ha dicho si conserva aún vigente su militancia, pues llegó a ser vicecoordinador del grupo parlamentario en San Lázaro.
El imputado de los delitos de extorsión, enriquecimiento, operaciones de recursos de procedencia ilícita y falsedad fue el artífice de su propia leyenda.
En tiempos dorados del grupo político al que perteneció era frecuente que se temiera de escuchas ilegales, se documentó con abundancia espionaje, acoso e intimidaciones mediante distintos métodos.
De ahí los reflectores que acaparó cuando obtuvo el cambio de medidas cautelares para enfrentar las imputaciones desde su casa, en arraigo.
Acaso la lectura más perniciosa tiene que ver con los procesos internos que viven partidos y coaliciones para estar en condiciones de competencia por el poder público en 2024.
El personaje que operó la campaña presidencial del difunto Rafael Moreno Valle fue un factor clave en la definición de candidaturas en los procesos políticos que transcurrieron entre 2011 y 2018, periodo de tiempo en el que el “morenovallismo” dispuso de vidas y haciendas.
Para dimensionar el alcance de quien duerme en casa después de haber sido detenido marzo de 2020, en la elección federal que obtuvo la diputación plurinominal, fue una posición que se le arrebató al ex presidente Felipe Calderón y Margarita Zavala, hoy candidateada a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México por el Frente Amplio por México.
Muchos de los integrantes de la clase política del presente tienen su origen en ese periodo, aún y cuando pretendan echarle tierra para el olvido.
Y, sin embargo, Castañón parece estar lejos de ostentar la influencia y alcance que monopolizó hasta el día del deceso de Moreno Valle y Martha Erika Alonso, de quienes mantuvo amistad férrea hasta la muerte de ambos el 24 de diciembre de 2018, una tragedia política de la que se dolió, hasta deslizar la idea de que Andrés Manuel López Obrador había sido responsable.
Otra lectura igualmente indeseable es el de la vendetta.
El desquite que produce la mala entraña de quien se siente agraviado por los años bajo la sombra en tres penales, el de San Miguel en la capital poblana; el de Tepexi de Rodríguez; y el de alta seguridad en Gómez Palacio en Durango.
Afines a Castañón ya habían confiado al autor de la Parabólica que era cuestión de días este nuevo escenario, el de la salida del encierro, y por primera vez, coincidieron con el criterio de quienes vieron con beneplácito su captura en la zona metropolitana de Puebla luego de conocerse ese audio procaz en la que advierte de “llevar al valle de las calacas” a quienes humilló hasta el cansancio.
@FerMaldonadoMX
