parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
La batalla política por la Ciudad de México que tiene a los morenistas Omar García Harfuch y a Clara Brugada en la recta final es la muestra de que en el oficialismo existe un dilema: ir al 2024 con perfiles ganadores, o con leales.
Una y otra definición no es lo mismo. Los matices más que de forma, son de fondo y eso ya se ha visto con resultados electorales catastróficos en procesos electorales como el de Coahuila en el que los “berdejazos” propiciaron una escandalosa derrota a la que parecía una imbatible maquinaria electoral.
El último capítulo de la trama política de Puebla desde que comenzó hace 15 meses cuando Miguel Barbosa dio el banderazo de salida a los aspirantes a sucederlo en Casa Aguayo debería tener un final sin sorpresas ni sobresaltos, según la relatoría en Morena de un conjunto de procesos políticos en el pasado reciente.
De paso debería echar por tierra la narrativa de un ganador anticipado por la sola cercanía con el grupo en el poder. La versión desdoblada en medios y redes de un dedazo va contra toda lógica, como se podrá observar.
No se trata de inspiración alguna, interpretación subjetiva o rumores y versiones salidas de las llamadas “fuentes bien informadas”, habitualmente carentes de rostro, nombre y apellido.
En todo caso, es resultado de un patrón de conducta de la dirigencia y la nomenclatura en Morena que no deja lugar a dudas.
Tamaulipas, Hidalgo, Coahuila, Estado de México y Oaxaca confirman dos escenarios que no deberían faltar en la prospectiva seria y equilibrado. Como el poblano, hubo un conjunto de competidores marcados por trayectorias, fortalezas y debilidades.
En el primer caso la panista que coqueteó con el priismo de Enrique Peña Nieto, Maki Esther Ortiz Domínguez, tuvo ciertamente el mejor posicionamiento en la interna de Morena, solo que a diferencia del senador Alejandro Armenta a quien le han construido una imagen marginal en el morenismo, no pudo saltar la primera aduana, aún con su posicionamiento de 39 por ciento contra el 30 de quien hoy es gobernador en funciones, Américo Villarreal. Los duros en Morena no la dejaron pasar siquiera a la fase de medición por ese pasado panista y priista. Primer mito desmontado.
En contrario, en el resto de los estados, los perfiles escogidos por Morena fueron quienes siempre alcanzaron las posiciones más altas en las mediciones efectuadas por la Comisión de Encuestas, una vez que brincaron el primer filtro de la Comisión de Elecciones. Segundo mito evidenciado.
Julio Menchaca en Hidalgo; Armando Guadiana en Coahuila; Delfina Gómez en Estado de México; y Salomón Jara en Oaxaca fueron elegidos para competir en sus respectivos estados por los altos puntajes que habían obtenido en los procesos internos, incluso contra de interpretaciones subjetivas como los afectos con López Obrador.
Sirve el caso oaxaqueño. La senadora Susana Harp, destacada cantante y sobrina del banquero Alfredo Harp Helú, apasionado del béisbol y vinculado con el Presidente de México, no pudo ser candidata a gobernadora por un asunto de números: nunca estuvo por arriba de quien ahora despacha como mandatario oaxaqueño.
Y lo mismo sucede en el Estado de México con Delfina Gómez de quien se dijo, fue candidata porque el jefe político en Morena estaba comprometido por los favores recibidos desde que fue presidenta municipal de Texcoco.
Igual que el caso Oaxaqueño, en Edomex la maestra, cuyo fenotipo encaja en el 70 por ciento de la gente en territorio mexiquense, fue nominada y ganó por su rentable nivel porcentual en los estudios de opinión. En el Estado de México otra vez la lógica de los números se volvió a imponer.
Incluso en el caso de Coahuila, estado en el que el partido oficial perdió frente el Partido Revolucionario Institucional de los Moreira, decidieron jugar con quien según sus propios números fue el mejor valorado.
Se trata de Armando Guadiana, un folclórico perfil de sombrero y bigote ranchero que mantuvo una holgada delantera sobre otro competidor que auténticamente se le vio cerca al presidente en sus mañaneras, Ricardo García Berdeja, exsubsecretario de Seguridad Ciudadana.
Se debe revisar la historia, cruzar eventos del pasado reciente y buscar esquemas para tener instrumentos más precisos que permitan una aproximación puntual de lo que sucederá en horas.
La disyuntiva siempre ha girado entre elegir cuadros leales, o competitivos.
@FerMaldonadoMX
