Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
El senador Alejandro Armenta Mier pudo haber ganado la batalla durante el proceso interno del movimiento de regeneración nacional de semana, pero no ha ganado la guerra, para lo que necesitará a las y los mejores cuadros.
El coordinador para la Defensa de los Comités de Defensa de la Transformación en Puebla no tiene aún sobre el tablero de control la lista de personas con todo y apellido que podrían convertirse en esos motores que incremente la participación electoral en 2024 desde la base de los municipios.
El diagnóstico previo al inicio de este proceso en Puebla no es cómodo para el partido que se había convertido hasta hace unos meses en una maquinaria imbatible en procesos electorales como el que fundó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Peor aún, si el mapa electoral no cambia es altamente probable que Morena tenga que conformarse con la presidencia de la República y los ocho estados en juego además del gobierno de la Ciudad de México.
Será harina de otro costal el proceso electoral que se va a desarrollar desde los gobiernos municipales. Los más recientes estudios de opinión que se conocen anticipan el que Partido Acción Nacional y sus aliados se quedarán en manos propias, no entre las abanderadas y abanderados del partido guinda.
El experto en consultoría política y mercados de opinión Elías Aguilar, único encuestador en dibujar el panorama que conocimos el pasado fin de semana en la linterna de Morena que dio como ganador al senador de la República sobre su primo Ignacio Mier Velazco, tiene un panorama bastante nuboso para el futuro del partido en el poder.
A diferencia del año 2018, Morena no tendrá un día de campo en la elección del próximo año. Primero porque la ausencia de un fenómeno electoral en las boletas como Andrés Manuel López Obrador pensará sobremanera, pero además también existe un enojo social con respecto a la conducta de presidentes municipales emanados del partido Morena.
El mal papel de los funcionarios este partido político, la ignorancia para implementar políticas públicas y la exacerbada ignorancia en la esfera pública podría terminar por socavar la base electoral de un partido político que surgió para favorecer al pueblo y combatir los privilegios indebidos.
Un ejemplo de que Morena dejó de ser el partido preferido de la mayoría ocurrió en 2021. No se debe olvidar que las morenistas Claudia Rivera Vivanco y Karina Pérez Popoca, además de otros presidentes y presidentas municipales que se estrenaron con la ola de López Obrador, terminaron por sucumbir ante la repulsa social que se tradujo en el triunfo albiazul.
El coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, Alejandro Armenta debe tenerlo claro. Unos días antes del proceso que enfrentó el pasado fin de semana lo dijo a un grupo de columnistas: Claudia Sheinbaum -la Coordinadora Nacional de Defensa de la Cuarta Transformación- necesita de los motores que permitan jalar la simpatías para poder materializar lo que han llamado el segundo piso de ese movimiento político.
La operación política a la que está obligado Armenta Mier y su equipo de operadores será de alta precisión y digna del trabajo de un relojero suizo.
En la rebatinga por las posiciones políticas en juego como las principales ciudades de Puebla entrarán en pugna grupos locales, presidentes en funciones y hasta presuntos liderazgos morales que buscarán alcanzar candidaturas aún sin la certeza de tener la dignidad que la izquierda mexicana invocó.
De ahí la complejidad del trabajo de Armenta Mier. Cómo está claro el flamante Coordinador para la Defensa de la Transformación poblana ganó la batalla, pero no la guerra.
@FerMAldonadoMX
