parabolica.mx por Fernando Maldonado
El jueves 17 se reunieron para cenar el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el senador de la República, Alejandro Armenta Mier; el viernes por la mañana se volvieron a reunir.
El sábado se produjo el llamado encuentro Unidad por Puebla que tuvo como protagonistas al mandatario y a quien resultó ganador de la encuesta para decidir por la Coordinación para la Defensa de la Cuarta Transformación.
Por si el diálogo no hubiese sido suficiente, el domingo en el que produjo el registro de la precandidatura presidencial de Claudia Sheinbaum, compartieron espacio junto con la plana mayor del partido Morena.
El política lo que parece es. La señal comienza ser bastante obvia: el oficio político de uno y otro perfil propiciará que en el derrotero que están por andar, el entendimiento político será la constante.
El lugar, el tiempo y el tono de los discursos pronunciados en la ceremonia del 113 Aniversario de la Revolución Mexicana no hace sino dejar en claro que en esta etapa del proceso político, habrá respeto a la investidura y la franqueza será un aspecto que prevalecerá.
No es fácil y la historia en diversos estados ilustra. En este entorno sólo puede ser factible si quienes lo protagonizan traen entre sus alforjas madurez y disposición. Ningún sometimiento ni celo político, sino al contrario: reconocimiento a talentos propios y humildad.
El gobernador Salomón Peregrina asumió que debe ser garante de equilibrio y sensatez en su condición de titular del Ejecutivo, en medio de un proceso que producirá una alta efervescencia política producto del proceso electoral de 2024.
Una señal equívoca podría generar una interpretación en el sentido de que con ello se inclina la balanza en favor o en contra de alguna de las fuerzas en juego. No se debe pasar por alto que el coordinador de la Defensa de la Transformación es, al mismo, tiempo, integrante de la Cámara Alta.
Las reuniones a las que ha sido convocado, los actos conmemorativos y ceremonias cívicas se inscriben en el contexto de una relación institucional que debe prevalecer entre dos factores de decisión política.
Y tampoco se puede pasar desapercibido que en tanto la contienda política no haya arrancado en el proceso poblano, para el que está fijado el primer minuto del 25 de diciembre al 3 de enero de 2024, no hay aún precandidatos.
El senador de la República lo será con toda seguridad por Morena; el presidente municipal de la capital, Eduardo Rivera Pérez también entrará en esa fase por el mal trecho Frente por México; y es altamente probable que el dirigente del Movimiento Ciudadano, Fernando Morales también haga precampaña por el partido naranja.
Ya se sabe que en política un año puede ser un suspiro y un segundo una eternidad. Ninguno de tres perfiles es aún precandidato y mientras eso sucede, Armenta y Lalo Rivera podrán sentarse a dialogar en público o en privado bajo la premisa de que se trata de actividades propias de sus propios encargos institucionales; Morales Martínez tiene como coartada el trabajo que se debe hacer desde la dirigencia de su partido.
Una vez comenzado el proceso electoral para elegir al gobernador de Puebla (es altamente probable que ninguna mujer compita por ese encargo), las reglas del juego deberán cambiar pero desde que hubo definición en Morena, el 10 de noviembre, Sergio Salomón ha sido el político prudente y sensato para trazar el camino para adelante.
@FerMaldonadoMX
