parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
La precandidata a la presidencia por la coalición Morena-PT-Verde, Claudia Sheinbaum Pardo, estará este miércoles en el municipio de Acatlán de Osorio, a unas tres horas por carretera de la capital del estado, proveniente de Tlapa de Comonfort en Guerrero.
En los hechos se trata de la primera visita a Puebla luego de que el viernes 10 de noviembre se definió al coordinador de la Defensa de la Transformación en la persona de Alejandro Armenta Mier, por sobre el resto de los competidoras y competidores.
En ese contexto, serán dos los anfitriones con los que contará la precandidata presidencial en el territorio, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y, por el otro, el integrante de la Cámara Alta.
La tersura con la que se prevé se desarrollen los encuentros que encabezará la precandidata única a suceder a Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional en Acatlán de Osorio, Atlixco, Tehuacán y Amozoc, descansa en diversos elementos ciertos.
El primero es que desde hace años, cuando una activista caminaba por la mixteca para convencer a los habitantes de esa región de las bondades del movimiento obradorista, quedaron bases firmes para consolidar la alternancia política que hoy se respira en la vida pública.
Esa tarea fue encomendada a una joven Claudia Sheinbaum que tras largas caminatas acompañada de no más de cinco personas se metía a cualquier tienda a tomar una cerveza para sofocar las altas temperaturas de es árida región y que ahora regresa con bastón de mando, investida virtual candidata presidencial para refrendar aquel viejo ideal de la izquierda: primero los pobres.
Sumados los diversos factores de poder dentro de Morena, se podrá apreciar el paciente trabajo de relojero para afinar la maquinaria que puso en marcha el senador de la República una vez que supo que el triunfo en la interna de Morena yacía en su bolsillo, sin riesgo alguno de que se le fuese despojado.
Con prudencia y sensatez se echó a andar una estrategia de reconciliación para consolidar lo que hasta antes del viernes 10 de noviembre parecía dogma de fe: la unidad tras un ríspido episodio que dejó heridos y damnificados.
El proceso de reconstrucción entre los principales protagonistas de la interna morenista fue registrado por analistas y periodistas que antes de ese viernes 10 habían mantenido bajo fuego al triunfador de la interna, para favorecer otras ofertas políticas de manera fallida, y eso ya es decir mucho.
Alejandro Armenta tendrá 72 valiosas horas para poner a prueba sus capacidades políticas frente a quien con toda probabilidad será la primera presidenta de México.
La estancia en el territorio será clave para demostrar la capacidad de organización, margen de maniobra y liderazgo frente a poblanas y poblanos convocados para este miércoles, jueves y viernes.
Otro factor que no se puede soslayar es el papel que jugó desde el principio el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Dejó correr a quien quiso en la búsqueda de la posición que ahora ocupa la ex Jefa de Gobierno de la CDMX, aún y cuando claramente latía en su fuero interno la oferta de Sheimbaum.
Sensible y cuidadoso de la forma en política, marcó distancia de la gira de la aspirante presidencial por su estado y del virtual precandidato a gobernador por Morena para evitar el supuesto de la violación a las leyes electorales, pero también para dejar tiempo y espacio a quien con el paso de los meses terminará por cohabitar en el territorio. Madurez y prudencia por donde se le vea.
@FerMaldonadoMX