Popularidad de papel

Popularidad de papel
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado 

Un grupo de legisladoras y legisladores del Partido Acción Nacional cuestionaron la febril política de promoción callejera con la pinta de bardas con propósitos de obtener conocimiento popular a la hora de la designación de candidaturas de Morena al gobierno del estado en 2024.

De acuerdo con el método utilizado por ese grupo, que está integrado con las bancadas panistas de orden local y federal, existen 555 bardas que promueven los nombres de perfiles mencionados para competir por la Presidencia de México y la gubernatura del estado, ambos cargos que estarán en juego en 2024.

No están en esa métrica la existencia de anuncios espectaculares que por cientos han aparecido igual en la zona metropolitana y si el dato ofrecido la mañana de lunes es consistente, hay dinero creciente destinado a la promoción anticipada de quienes han puesto como meta alcanzar el suficiente conocimiento para obtener nominaciones el próximo año, muy por arriba de sus respectivos talentos y capacidades.

El argumento de quienes hoy apuntan en contra de quienes se promueven parece impecable porque existe un desaseo en la temprana competencia electoral si no fuera porque en el pasado inmediato han existido evidencias palmarias de la existencia de estrategias idénticas, pero de colores diferentes.

En la primera semana de noviembre de 2016 el entonces senador del Partido Acción Nacional, Javier Lozano Alarcón desplegó una intensa campaña para promoverse con fines electorales y de la que negó revelar costo y financiamiento, como ahora sucede con quienes más son mencionados.    

“Javier Lozano, carácter para transformar”, decía ostensiblemente la campaña del ex panista que apuntaba enérgico con el índice de la mano izquierda y rostro adusto. Luego vino su regreso como vocero de la campaña del candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade en 2018 y en abril de 2020, el fugaz nombramiento como “vocero especial para la defensa del Derecho” en Coparmex y, finalmente, la caricatura en la que se convirtió. 

Nadie en ese 2016 levantó la voz por la profusión de la divulgación de la imagen del ex senador de la República; y tampoco nadie lo hizo en 2017 con la campaña de Antonio Gali que ya había hecho campaña por la presidencia municipal y casi inmediatamente, para ser gobernador.

Por circunstancias disímbolas, los partidos callaron. Las dirigencias de Morena estaban en pañales o entretenidos en la formación de la estructura de base; en el PRI parecían aún desorientados o carecían de una estrategia clara para ser oposición o comparsa; en el PAN, aún y cuando la cúpula de la época no era considerada químicamente pura, también se quedaron en silencio.

La conveniencia, complicidad o el temor a pagar represalias políticas los hizo asumir una conducta contraria a la de la mañana de lunes. 

En el pasado y presente, desde la perspectiva ciudadana, la imagen de quienes se promueven resulta por lo menos chocante dado el talante de la clase política, habitualmente interesada en conseguir popularidad en periodos clave, como el que se vive en el partido en el poder principalmente, pues antes se han olvidado de ayudar a superar retos que apremian a la sociedad.

@FerMaldonadoMX 

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