El mercado de los secretos

El mercado de los secretos
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado

A mediados de 2016 un reportero del New York Times, Mattathias Schuartz, fue enviado a Puebla para realizar una profunda investigación periodística sobre los procesos de espionaje que habían sido revelados por esos años en Puebla y que habían alcanzado a funcionarios del gobierno del priista Enrique Peña Nieto, opositores a la administración del panista Rafael Moreno Valle, empresarios y periodistas.

El periodista Ernesto Aroche guio al enviado del Times en el trabajo que ya antes había publicado con respecto a los gusanos informáticos utilizados por el gobierno del panismo de Moreno Valle y el autor de la Parabólica lo reunió con líderes de la oposición que habían padecido escuchas y acoso político.

Schuartz testimonió de un agente dedicado al espionaje la manera de utilizar la tecnología para saber qué hacía, decía y pensaba todo actor de la vida pública que mantuviera disonancias con ese gobierno, encabezado por quien soñaba con ser candidato del PAN y Presidente de México.

Una grabación que mostró en esa reunión, con quien en 2018 se convertiría en candidato al gobierno de Puebla en 2018 por el PRI, Enrique Doger, nos dejó sorprendidos. Se trataba de una comunicación que el aliado del ahora coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier y el columnista habíamos tenido en diciembre de 2016, sobre un episodio político coyuntural. 

Por esos años el autor de la columna recibió unas 400 versiones estenográficas de llamadas telefónicas de diferentes actores de la política, la iniciativa privada y periodistas que dio materia para un trabajo de investigación que fue publicado en E-consulta y SinEmbardoMX.

Fue un periodo en el que equipos, grabaciones y otros elementos eran vendidos al mejor postor. De ello hablaban cabezas de diferentes grupos de poder en una especie de mercado negro en el que la oferta y la demanda era la vida pública y secreta de mujeres y hombres de la escena pública.

Los “nidos” desde done eran operados los equipos para el espionaje habían sido revelados. Uno de ellos, había sido colocado en un edificio en la colonia La Paz, propiedad de la familia de Javier Lozano Alarcón, ese personaje indecente de la política nacional que ahora vomita a la 4T.      

El enviado del periódico estadounidense llevó entrevistas, usb y una buena cantidad de pruebas documentales para construir una profunda investigación que antes lo había llevado a Israel e Italia para entrevistar a ejecutivos y voceros de empresas que proveen tecnología a gobiernos de todo el mundo para espiar a quienes suponen riesgos para la estabilidad y seguridad… Pero también a los personajes incómodos, como el caso poblano.

Para el Times no es ajena la actividad de espionaje en nuestro país. El enviado a Puebla hizo publicar un trabajo espléndido en enero de 2017 en el que da cuenta de todo lo realizado en Puebla, Israel e Italia como una prueba de que las empresas que se mantienen en el mercado de ese tipo de productos y servicios tienen políticas comerciales bastante laxas y éticamente discutibles.

La revelación del espionaje que a través de Pegasus padeció el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, no hace sino confirmar que la práctica de la escucha ilegal en México goza de cabal salud, no obstante que el modelo político de gobierno haya sufrido un cambio radical como lo sugiere la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder.

Y si un hombre de la calidad política de Encinas, cercano al presidente López Obrador fue espiado como lo afirma el NYT, no puede ser una señal positiva para la salud pública, sobre todo para quienes siguen en el activismo, la política y el periodismo que antes ya han sido espiados.

@FerMaldonadoMX

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