Piso 17 escribe Álvaro Ramírez
Nadie sobra, pero nadie es indispensable, es la frase completa que se debe leer en los llamados a la unidad en los ámbitos nacional, estatales y municipales del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Distinto de otros procesos recientes, ahora se evitará con seriedad —aunque no es imposible que ocurran— el compadrazgo, el influyentismo y, principalmente, y así lo estableció el Consejo Nacional, el nepotismo.
En ese sentido, hay una sintonía completa entre las visiones, respecto de la ruta hacia 2024, entre la precandidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo, y el coordinador estatal en Puebla de la Cuarta Transformación (4T), Alejandro Armenta.
Para la unidad ha sido, reconocida por ellos dos, columna vertebral, el llamado y el esfuerzo del gobernador poblano Sergio Salomón.
La unidad es vital, pero también la debe tener filtros.
Siempre tendrán mayor valor aquellos y aquellas que son verdaderos líderes y lideresas sociales, en cada dimensión: estatal, municipal y en las comunidades.
Todos ellos, no solamente serán necesarios, sino que su aportación será fundamental para la construcción de la meta, completamente viable en la aritmética poblana de
4.9 millones de potenciales votantes en la Lista Nominal estatal, de 2 millones de simpatías en Puebla, para y por Sheinbaum y para y por Armenta.
Pero del otro lado de la unidad también hay profetas de cartón. No hay que olvidarlo.
Aquellos y aquellas que presumen capitales políticos inexistentes. Son políticos nomás del Facebook. Por supuesto, muchos de ellos y ellas son muy conocidos, sobre todo en las redes sociales.
Pero en la cotidianidad del trabajo en campo y en tierra, las suelas de sus finos zapatos nunca han conocido el polvo de las colonias y las comunidades pobres.
Sacarse la foto en las mesas de los restaurantes no los hace ni estrategas políticos, ni les deja una real base social.
Paradójicamente, muchos líderes verdaderos no están hoy en la mirada de los medios de comunicación, ni son los grandes influencers del ciberespacio.
Pero en cambio, entran a las colonias, a las juntas auxiliares, a los pueblos y literalmente, sin exagerar, los saludan hasta los perritos.
Conocen a cada familia, han sido gestores para obras y para acciones en beneficio de las comunidades y sus zapatos tienen precios muy modestos y también hoyos en las suelas, de tanto andar.
Si como ha venido ocurriendo, son efectivas las encuestas para las candidaturas a los cargos que aún están pendientes, al Congreso local, al Congreso de la Unión y a las alcaldías, esos personajes, quienes en la mayoría de las veces son discretos, arrasarán porque su nombre pesa, y mucho, en el ánimo colectivo.
Las seis encuestas
La unidad también es estrategia, nos dijo Alejandro Armenta en una entrevista en el programa Viralidad Social 2.0, que tengo el honor de compartir con los periodistas Leticia Montagner —conductora—, Fernando Maldonado y el politólogo José Ojeda.
En esa charla, el coordinador Estatal de los Comités de Defensa de la Transformación también hizo revelaciones importantes.
Una semana después de haber sido electo —la entrevista se transmitió el domingo pasado— como virtual candidato a la gubernatura de Puebla, Armenta reveló que fueron seis las encuestas que ganó en el proceso interno de Morena, para apuntalar sus aspiraciones políticas.
Aunque desde las primeras horas de la tarde del viernes 10 de noviembre —día en que se dieron los resultados—, el senador sabía que tenía segura la victoria, decidió esperar al anuncio oficial durante la madrugada del sábado 11, y con ello abonar a la unidad dentro del partido.
En la entrevista, Alejandro Armenta también se refirió a la supuesta fuga de simpatizantes de Ignacio Mier Velazco, quienes habrían buscado cobijo con el panista Eduardo Rivera Pérez, luego de que su candidato perdió la interna morenista.
Dijo que Eduardo Rivera no tiene idea de cuántos panistas se han venido a apoyarme; “le mandaré una USB”, dijo divertido el coordinador.
También aprovechó para hacer un llamado a priistas, panistas y perredistas que quieran ubicarse en el “lado correcto de la historia”, para que se sumen al Movimiento, de cara a las elecciones concurrentes que tendrá Puebla en 2024.
Armenta y su pensamiento de izquierda, su admiración por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la unidad como aspecto fundamental para alcanzar la victoria en las urnas, también fueron parte de la plática que tuvo con los periodistas Álvaro Ramírez Velasco, Fernando Maldonado, Leticia Montagner y el politólogo José Ojeda.
@Alvaro_Rmz_V