Aunque sean desconocidos...
Nombres, apellidos y más nombres, es lo que la gente aprecia cuando transita por las calles de la ciudad, cuyas paredes se han vuelto el epicentro de las aspiraciones políticas de personajes que hasta desconocidos resultan.
“Nunca oí hablar de ese diputado”, “¿quién es ese funcionario que ahora se promociona”, “la última vez que se promovió no regresó”, “¡otra vez ese político!” y otras tantas exclamaciones de quienes van y vienen en el transporte público.
Apenas estamos en tiempos en los que dominan más los suspiros que las intenciones concretas, donde no se sabe nada, donde hay vacío en las reglas, donde no se puede predecir el futuro.
Lo único cierto es que a más de un año de la elección la gente se siente invadida por estos anuncios.
@Olmosarcos_
Jesús Olmos
