Y su legado
Había una vez un alcalde que no había construido una sola obra con su nombre, pero era el que mas declaraba frente a la prensa.
Unos 50 días de terminar su administración decidió que debía poner el primer puente peatonal para estudiantes en todo el estado.
Se dispuso a construirlo, dejando a un ingeniero a cargo, y ocupándose con su equipo de la placa que llevaría su nombre.
Pasaron los años, y el puente terminó por caerse y su nombre fue borrado de la faz de la tierra. Hace poco resultó que quiere vivir su Cuarta Transformación.