Propaganda ilegal sin control

Propaganda ilegal sin control
Alejandro Aguirre
Rúbrica

Rúbrica por Aurelio Contreras Moreno

No bien estaban celebrando el ungimiento de Claudia Sheinbaum como la “coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación” cuando de manera por demás oportunista, la secretaria de Energía Rocío Nahle ya se apuntaba para la gubernatura de Veracruz.

Sin que exista convocatoria todavía para proceso alguno de decisión interna en Morena, la zacatecana que quiere ser gobernadora de Veracruz se apersonó a inaugurar obras en la entidad la semana pasada, en la región de Misantla, en donde ni siquiera tienen peregrina idea de quién es. Claro, ella aspira a que con la fuerza de la marca Morena le alcance para ganar.

Pero primero tiene que pasar por varias aduanas en las que no va a ser tan sencillo como solamente decir “lo que diga mi dedito”, como socarronamente parafraseó al presidente Andrés Manuel López Obrador cuando le preguntaron, así como si fuera cosa del “reportero”, si habría mujer gobernadora en el estado de Veracruz.

Lo primero -y quizás lo más importante- que tiene que hacer la zacatecana es cumplirle al propio López Obrador la encomienda que le dio y en la que hasta ahora todo es una simulación: la refinería de Dos Bocas.

La tomadura de pelo de la semana antepasada, cuando para “probar” que la planta ya está funcionando mostró una botella con un litro de gasolina nafta -que es muy buena como solvente, pero no sirve para echar a andar un vehículo de combustión interna-, no le ha servido ni para aparentar que Dos Bocas está produciendo algo, pues nadie se tragó ese cuento. Empero, lo más difícil ni siquiera es eso.

¿Cómo le va a hacer Rocío Nahle para que la refinería -que no está lista todavía para eso, ni lo estará en el corto plazo, según los enterados en estos temas- produzca 290 mil barriles diarios de combustible para fines de este mismo año, que fue el plazo que le impuso públicamente el presidente durante la presentación de su penúltimo informe de gobierno? ¿Nos mostrará más botellitas? Eso por un lado.

Por otro, aun cuando aparentemente goza de cercanía con Claudia Sheinbaum, eso no quiere decir que en automático Nahle García será la candidata de Morena en Veracruz. Varios “tiradores” dentro de su propio partido siguen en lo suyo, esperando que la circunstancia los favorezca. Y que la zacatecana cometa un error. Como los que en efecto está cometiendo.

Esta semana comenzó a “aparecer” propaganda en bardas en varios puntos del estado de Veracruz con la leyenda “en Rocío sí confío”, en evidente alusión a Nahle García, quien está desesperada por posicionar su nombre entre un electorado que no sabe quién es, y que si en 2018 la votó para el Senado fue gracias a que Andrés Manuel López Obrador iba en las boletas, circunstancia que no se repetirá en 2024. Y depender del “carisma” de Claudia Sheinbaum no parece ser una muy buena idea.

Dicha propaganda tendría que ser considerada como un burdo acto anticipado de campaña, pues ni siquiera ha comenzado en Veracruz el proceso para “elegir” al “coordinador” estatal de “defensa de la transformación”. Y no solamente eso.

En las bardas pintadas para promover a Rocío Nahle –quien en 2021 ya fue declarada infractora electoral por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por publicar propaganda gubernamental en redes en periodo de veda- aparece el logo de la asociación política filomorenista “Unidos Todos”, que encabeza el subsecretario de Finanzas y primo hermano del gobernador, Eleazar Guerrero Pérez, quien desde esa dependencia, a la que ha saqueado sin misericordia todo el sexenio de su pariente, pretende fondear la campaña de la zacatecana de manera ilegal.

Lo peor es que nadie les pone un freno. Y la ¿oposición? Parece estar más apendejada que nunca.

 

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