¡Correr Gallo!, la tradición de Día de Muertos en Tochimilco

¡Correr Gallo!, la tradición de Día de Muertos en Tochimilco
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Tochimilco Día de Muertos

Recorren locales y turistas las 44 ofrendas instaladas

En el municipio de Tochimilco, vecinos y turistas se unen para participar en la tradición de ¡Correr Gallo! durante el Día de Muertos.

Durante la madrugada del 2 de Noviembre, todos tienen la oportunidad de recorrer algunas de las 44 ofrendas instaladas.

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La población de Tochimilco, como muchas otras comunidades del corazón del estado, recuerda a sus seres fallecidos en alguno de los pasados 12 meses. Típicamente, la familia del difunto construye en algún lugar de la casa un pequeño altar-ofrenda, decorado profusamente con papel picado

De acuerdo con la UNAM, casi siempre este altar-ofrenda es de varios niveles o plataformas que intentan diferenciar el mundo terrestre. En el nivel más bajo se colocan todos los objetos o alimentos de los que gustaba el fallecido; en un siguiente nivel, intermedio, se coloca una fotografía del homenajeado hoy ausente y quizá algunos objetos más de su preferencia; en un tercer nivel o entrepaño superior, que simboliza el cielo, se coloca una imagen de la virgen o del santo protector del fallecido o del santo o virgen a quien los familiares encomiendan al difunto

Instalado el altar-ofrenda antes de las 12 del día 1, el familiar o deudo se dispone a recibir a todos aquellos que lleguen a su casa a presentarle sus respetos. Generalmente los visitantes llevan como ofrenda o regalo al menos una vela o un manojo de flores (casi siempre cempasúchitl), que días después será llevado a la tumba del difunto por los deudos o familiares. En todos los casos, todos los visitantes son invitados a probar algún alimento, que va desde un vaso de rico atole o champurrado hasta una pieza de pollo en mole de la casa. Muchos visitantes repiten esta operación en todas las viviendas donde ha habido algún fallecido y por tanto hay un altar-ofrenda y alimentos que degustar. Algunos visitantes repiten esta operación hasta el límite de la indigestión. En Tochimilco, a ello se le llama coloquialmente “correr gallo”, mientras que en el vecino pueblo de Cacaloxochitl a esta operación la llaman francamente “la gorra”.

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