Participa en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
Al subrayar que aún persisten sesgos de género que merman la incursión de las mujeres en la ciencia, la Rectora María Lilia Cedillo Ramírez citó que estas representan menos del 30 por ciento de la matrícula mundial en Ciencias Agropecuarias, Física, Computación e Ingeniería, y el 45 por ciento de los científicos en América Latina y el Caribe, además de no acceder a puestos altos de dirección, no obstante que tienen las mismas capacidades y competencias que un hombre, tanto en el ámbito educativo como en el laboral.
“Las investigaciones han probado que no existe alguna razón biológica que justifique que las mujeres no accedan y se desarrollen en cualquier ámbito del conocimiento. Se deben valorar más las competencias que el género”, expresó. Por ello, insistió en la importancia de revertir estas desigualdades, lo cual contribuirá a mejorar la calidad, creatividad e incidencia de la ciencia en la construcción de sociedades más inclusivas, equitativas, solidarias y sostenibles.
En su conferencia ¿Por qué es importante motivar a las niñas hacia la investigación?, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, este 11 de febrero, también se pronunció por evitar estereotipos de género en los entornos laborales ligados a la ciencia, los cuales afectan el desarrollo de las carreras de las mujeres, y por promover la solidaridad entre colegas.
La doctora Lilia Cedillo citó los aportes de algunas investigadoras, como Rosalind Franklin en la estructura del DNA; Hedy Lamarr, coinventora, junto con George Antheil, de la primera versión del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas; Diane Fossey, quien dio su vida para ofrecer un lugar seguro para los gorilas; Ada Lovelace, pionera en la programación.
Además, Elisabetha Koopman Hevelius, considerada una de las primeras astrónomas y llamada la madre de las cartas lunares; Caroline Lucretia Herschel, quien trabajó con su hermano Sir William Herschel en la elaboración de sus telescopios y en sus observaciones; y, Jocelyn Bell Burnell, astrofísica, quien durante sus estudios de posgrado codescrubrió la primera radioseñal de un púlsar en 1967.
“Todas estas mujeres han sido nuestra motivación y aún tenemos mucho que contribuir en el ámbito científico”, puntualizó la Rectora de la BUAP, quien invitó a las niñas a sumarse a este sueño.
En este último día de actividades, 10 de febrero, se presentaron diversas conferencias en el canal de televisión y Facebook de TVBUAP, algunas de ellas a cargo de Alejandra Quintos, profesora en la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos; por Marcela Navarro, ingeniera y estudiante de la Maestría en Logística y Cadena de Suministro del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT); y de Yaireska Collado-Vega, directora de la Oficina de Análisis del Clima Espacial de la Luna a Marte en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
Celebran mesa de diálogo entre niñas, jóvenes e investigadoras BUAP
En el marco de estas actividades conmemorativas, la Dirección Institucional de Igualdad de Género (DIIGE) y el Círculo Infantil celebraron la mesa de diálogo: ¿Qué le preguntarías a la Rectora y a científicas BUAP?, en la cual participaron, además de la Rectora Lilia Cedillo, las doctoras María Eugenia Mendoza Álvarez, del Instituto de Física “Ingeniero Luis Rivera Terrazas”; María del Rosario Guadalupe Vega y Saenz de Miera, del Instituto de Fisiología; y María del Carmen García Aguilar, directora de la DIIGE; así como la directora del Círculo Infantil, Margarita Trujillo Landa.
A través de rondas de preguntas, las investigadoras respondieron a cuestionamientos como: ¿Cuál es el tema que más les apasionó? ¿Cuáles son las estrategias que tiene que llevar a cabo la BUAP para promover, difundir y comunicar la ciencia en los pueblos originarios? ¿Alguna vez las hicieron dudar de sus habilidades? ¿Qué le dirían a una mujer o niña que se quiere dedicar a la ciencia?
Al respecto, la doctora Lilia Cedillo destacó que las mujeres y las niñas tienen que darse la oportunidad de probar y definir qué les gusta, y si es el caso la ciencia deben eliminar los miedos: “no hay que tener temor a preguntar y a experimentar con los aparatos; ese es el primer paso. A lo mejor tendrán que hacer pausas en su carrera académica, quizá por cuidar a los hijos o a los padres, pero una vez que pasan esos periodos, los sueños no se borran: se retoman y con más fuerza”.