De acuerdo con leyes militares, de ser encontrados culpables, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional podrían recibir de uno a dos años de cárcel
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) procesó a cuatro militares por el delito de desobediencia al considerar que accionaron sus armas en la masacre donde fueron asesinados cinco jóvenes la madrugada del 26 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
De acuerdo con la versión de los hechos de la Sedena, cerca de las 5 de la mañana del domingo 26 de febrero, mientras elementos del Ejército mexicano realizaban sus recorridos de vigilancia, agentes de una base de operaciones de Nuevo Laredo escucharon disparos, por lo que se dirigieron a la dirección de donde provenían.
Los elementos castrenses vieron una camioneta tipo pick up con siete personas abordo y que, según la Secretaría de la Defensa, iban a acceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas, por lo que al observar la presencia de las tropas, aceleraron de manera intempestiva y evasiva, pero se impactaron con un vehículo que estaba estacionado.
