"Lo más angustiante ahorita es la falta de alimento y de agua”, señala en su testimonio
Lizbeth Mondragón, quien estuvo en Acapulco por un tema familiar durante el choque del Huracán Otis, narró para el público de El Almuerzo su experiencia en medio de esta tragedia.
“Todavía en shock, impactada, vivirlo es totalmente diferente y una pesadilla, todos los que pasamos por esa tragedia del Huracán Otis, una pesadilla”.
La colaboradora de Intolerancia Diario narró que primero se fue la señal de televisión, luego luz eléctrica, después todo servicio de telefonía y minutos después llega el huracán con toda su fuerza.
“No tuve alertamiento, mi hermana me avisó desde Ciudad de México, me dijo que si ya era muy noche no saliera de casa“, y también mencionó que en la ciudad todo el mundo se encontraba realizando sus actividades de manera totalmente normal.
Entrevistado por Fernando Maldonado indicó que, si bien no se está preparado para algún fenómeno de este tipo, en la ciudad había el recuerdo del Huracán Paulina, por lo que se pudieron tomar mayores precauciones, protegerse con víveres, cuidar ventanas y resguardarse para salvaguardar la vida.
“Veo la fuerza del Huracán, los árboles como se movían, las láminas que salieron volando, muebles, tinacos, tuve miedo por mi vida”.
En su testimonio aseguró que ningún poste de luz o árbol se salvó en distintas zonas de la ciudad ante la magnitud del impacto del fenómeno.
“Las cosas materiales van y viene, cuesta mucho trabajo, lo más angustiante ahorita es la falta de alimento y de agua”.
Dijo que una de las urgencias es la falta alimento, “el kilo de huevo 180 a 300 pesos, una botella de agua de 35 a 40 pesos un litro y medio”.