El político de izquierda es uno de los hombres que más cerca han estado de AMLO en las últimas décadas
El senador con licencia Ricardo Monreal Ávila admitió que el proceso interno para decidir quien ocupará la Coordinación Nacional para la Defensa de la Cuarta Transformación será más dura que la campaña constitucional presidencial en 2024, que existe sospecha generalizada de que habrá trampa en la interna y que los dos años de “enfriamiento” en la relación con el Presidente hace el camino aún más difícil.
Se asumió como un político de izquierda poco ortodoxo, influencer y convencido de que hay que aprender a cerrar ciclos, al tiempo de asegurar que sea cual fuere el resultado de la interna, no habrá monrealazo, como cuando en 1998 abandonó al PRI en Zacatecas para ganar la gubernatura bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática.
La competencia política entre Monreal Ávila, la ex Jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum Pardo, el ex secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon; y el ex titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández nos va a definir y será un adelanto de lo que venga en la campaña de 2024, dice en una charla con Parabolica.mx.
- ¿Se ve ahí?
Si, me veo ahí ahora en esta figura política intermedia, va a ser vinculante para lo que viene. Los cuatro compañeros que fuimos invitados a ser delegados tienen capacidad y talento. Hizo bien Morena para evitar que haya fugas, divisiones, deserciones.
-¿Es un dogma de fe mantener la unidad en su partido, en Morena?
No, yo creo que es una necesidad política; no solo es dogma, sino una necesidad real. Sin la unidad seremos frágiles en la elección; sin la unidad y la cohesión pudiéramos alejarnos de la ratificación del movimiento en el gobierno en 2024.
-¿Qué se hace con la percepción generalizada de que al final de esta carrera, será el Presidente de la República el que decida?
Esa una percepción generalizada, debo de aceptarlo por la fuerza que representa el Presidente (Andrés Manuel López Obrador). Yo he estado participando en la actividad pública en los últimos 42 años y veo que la fuerza del Presidente es enorme.
Debe quitarse esa percepción, ataja, tras afirmar que López Obrador tiene la mayor fuerza que los últimos ocho presidentes de México al final de sus respectivos mandatos.
“Si fuera así no estaría participando. Participo porque tengo la confianza en que sí podemos dar la sorpresa, podemos lograr que la gente decida con libertad quién puede ser su Coordinador Nacional para la Defensa de la Cuarta Transformación”.
-En esta etapa de su vida pública también lo hemos visto como un influencer, se siente cómodo en el monReality.
Suelta una carcajada antes de responder sobre un conjunto de materiales multimedia que sus seguidores en redes sociales ven todos los días y que lo muestran como un hombre de fe, rodeado de familia, juguetón y dicharachero.
“Me da mucho gusto participar, soy un hombre alegre (y) quisiera que la angustia y la desesperación no me llegaran. ¡Menos la amargura¡ Trato de hacer una jornada de trabajo alegre, participativa, de buen humor (…) es parte mi esencia, eso es el reality”.
-¿Se da cuenta que rompe con el estereotipo del hombre que imparte academia, que usa la mas alta tribuna y del político de izquierda?
Lo que trato de hacer es dinámica en la vida, transparente de lo que somos y de donde venimos, en qué creemos; la convivencia y compañerismo, la familia e intimidad. No tengo problema que la gente se de cuenta quién soy, cómo soy y lo que pienso.
-¿Se le descompone el ambiente jocoso, festivo cuando en las mañanas ve las encuestas en los grandes medios y no tiene el rendimiento mas redituable?
Vuelve a reír y responde: “si, lo sé, vengo de una lucha difícil y de un enfriamiento de dos años con el Presidente, y eso es duro. Volverlo a retomar no es fácil porque mucha gente en mi partido pensó que me iba de Morena”.
-¿Fue auténtica, legítima la expresión prefiero ser nada antes de dejar a AMLO?
Si, fue legítima y mucha gente no entendió. Yo me formé en un movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador hace 26 años. Para mi es muy difícil que por ser algo deje de lado esta historia, no lo haré y sí lo dije y lo afirmo ahora: prefiero no ser nada a traicionar el movimiento, al pueblo a AMLO.
-¿Hay energía para encabezar un “monrealazo”, Senador?
Mucha energía, pero no me voy a salir de Morena, hay mucha energía, ánimo, entusiasmo. Mucho amor a México.
-¿Hay vida más allá de esta competencia?
Si hay vida, y si no, soy académico, doy clases en la UNAM y a veces uno tiene que aprender a cerrar lo ciclos cuando no hay forma de participar, aún cuando tengo en este momento el 100 por ciento de lucidez, madurez, ecuanimidad, prudencia, buen juicio.
De Miguel Barbosa, con quien lo unió amistad familiar dijo reconocer capacidad e inteligencia, “era un gobernador fuerte, que no se le pasaba nada”; de Sergio Salomón Céspedes, dijo que “ha hecho bien las cosas porque ha impreso un estilo propio (…) me ha sorprendido muchas de sus decisiones, su actitud conciliadora y de ser un hombre de bien”.
