No tuvimos la fuerza para castigar a corruptos cuando estuvimos en el poder, admite Xóchitl Gálvez
La oposición en México tiene pocas probabilidades de pelear el poder con solvencia en 2024. Esa es la conclusión del segundo foro al que convocó la senadora Nadia Navarro en la zona metropolitana de Puebla que congregó en un hotel de la zona de Angelópolis a los panistas Xóchitl Gálvez, Damián Zepeda y a Patricia Mercado, del Movimiento Ciudadano.
La panista Navarro fustigó con firmeza la determinación de la Presidencia de la República de impedir la integración del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Ese fue el punto central de la línea discursiva planteada por el resto de quienes participaron en el ejercicio denominado La oposición en el Senado: ¿Qué sigue?.
El auditorio lleno de invitadas e invitados, fundamentalmente militantes o simpatizantes del Partido Acción Nacional. Entre ellos el edil de la capital, Eduardo Rivera y la de San Pedro Cholula, Paola Angón; pero también históricos panistas como Antonio Sánchez Díaz de Rivera, ex candidato a la presidencia municipal en 2007 y Gabriel Hinojosa Rivero, el primer edil de la oposición en la capital en 1996.
La visión de mayor autocrítica fue la del exdirigente nacional panista, Damián Zepeda. Ya había algunas caras largas cuando la senadora Mercado había hablado de reducir la brecha salarial en México en un país con profundas desigualdades salariales, además de pugnar por abrir la reforma electoral para que otras expresiones de la sociedad tuvieran capacidad de toma de decisiones.
Alegó por personas con discapacidad, pero también por la comunidad LGBTT o que profundicen en la paridad. Descalificó el espíritu del Plan B que justo la mañana de este lunes discutió el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al que calificó de “tóxico”.
El senador del PAN comenzó su participación con una advertencia: pienso diferente al presidente (Andrés Manuel López Obrador), con una salvedad, “no quiere decir que en todo esté equivocado” dijo quien en 2017 fue dirigente nacional.
Vendría aún más frente a una audiencia tomada por la sorpresa de un ejercicio de autocrítica no vista hasta la víspera. Llamó a la oposición a entender el fenómeno de 2018 cuando la mayoría votó por una opción diferente y a mesurar el radicalismo.
Reconoció el apoyo popular que posee López Obrador que ronda entre 60 y 70 por ciento y que no hay un perfil competitivo en la oposición, aunque haya tiempo para reconstruirlo, para lo que es necesario abrir el proceso. No es momento de ser polítiamente correctos, la premisa es arrebatar a Morena el monopolio de la sucesión presidencial, dijo.
Xótchil Galvez había comenzado el ejercicio de autocrítica cuando dijo que el primer presidente de la oposición, Vicente Fox ofreció peces gordos en la caza de los corruptos y “debemos reconocerlo” han sido muchos años de malos gobiernos.
“Este gobierno ha sido extremadamente corrupto”, sin embargo la gente es paciente con la administración de López Obrador. Lanzó una pregunta que nadie respondió: ¿cuántos de ustedes han dado de alta ante el IMSS a las trabajadoras domésticas? Ahí comenzó el momento incómodo.
@FerMaldonadoMX
