No todo es festejo en la entidad, por la deuda histórica en la agenda pública en favor de los pilares de las familias
Será el 10 de Mayo del 2023, otra fecha negra para las millones de madres poblanas, cuyas agendas siguen pendientes en todos los ámbitos de la vida pública.
En la entidad, no todo es celebración este día, ya que siguen pendientes las exigencias de progenitoras que buscan a sus familiares desaparecidos, las que padecen de Violencia Vicaria, Económica y Familiar, o que viven en un contexto de opresión por su género.
Hace apenas unas semanas, el Colectivo La Voz de los Desaparecidos en Puebla, encaró a María del Carmen Carabarin Trujillo, quien en los últimos 3 años ha estado al frente de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Puebla (CBP), con resultados insatisfactorios para estas agrupaciones.
De acuerdo con la Jornada de Oriente, las madres activistas exhibieron que la funcionaria no cuenta con un plan de trabajo con estadísticas fidedignas o mantiene una plenacoordinación con la Fiscalía General del Estado (FGE).
Luego de las fricciones que tuvieron con el gobernador Miguel Barbosa, fallecido al finalizar el año pasado, el pasado 22 de marzo el colectivo logró una audiencia con la funcionaria, tras pedirle al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina diálogo, con un oficio que fue signado de recibido.
Sin embargo, no es la única afrenta que las madres poblanas han denunciado en los últimos meses, ya que también las dificultades para alcanzar el procesamiento de parejas denunciadas por violencia vicaria es una prioridad.
De acuerdo con el Sol de Puebla, en el foro “Madres contra la violencia” realizado recientemente, la abogada Monserrat González, explicó que la violencia vicaria tiene avances importantes en materia legal, ya que hace dos años no se podía denuncias este delito, aunque no todas las autoridades admiten la violencia vicaria en las denuncias.
Penalistas ponen en duda la aplicación de la Ley en casos de Violencia Vicaria, aprobada en agosto del año pasado.
En ese contexto, las madres poblanas también viven en un contexto de violencia Económica y Familia, sumado al riesgo de un feminicidio, cuyas víctimas se siguen contando por decenas en el territorio poblano.