El gobierno de Morena privilegia intereses empresariales ajenos a los tlaxcaltecas, acusan
La gobernadora del estado de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, tiene al borde de la ingobernabilidad a esa entidad, como resultado de un conjunto de políticas públicas que han agraviado a sus habitantes, al grado que el jueves 3 debió salir de un evento público que se celebraba en Palacio de Cultura en el centro de la capital, dentro de una ambulancia.
Es prácticamente inviable que la mujer que protestó el cargo el 31 de agosto de 2021 aparezca en esta coyuntura, sin que sea increpada públicamente. El bono democrático con el que ganó la elección se agotó en menos de dos años. El detonante ocurrió cuando se pretendió modificar el modelo de servicio médico para la burocracia estatal que unió a gremios de trabajadores que incluso en el pasado guardaron distancia y hasta celo.
La tlaxcalteca dista de ser la sonriente servidora pública que el fin de semana se dedicó a promover en Puebla el Mundial de Playa que, por iniciativa presidencial, se celebra por segundo año consecutivo en ese estado.
El turismo político al que se ha volcado alimentó el enojo del pueblo tlaxcalteca.
La relatoría de la jornada de protestas en los últimos cinco días ha estado marcada por los desalojos pacíficos en el zócalo de la capital tlaxcalteca frente al palacio de gobierno, el uso de gases lacrimógenos en contra de bloqueos y manifestaciones de trabajadores inconformes y lo que los inconformes han considerado como una campaña de desinformación.
Las dirigencias de los sindicatos Alberto Juárez Blancas CROC, Justo Sierra CROM, Mártirez de 1910 CROM, 7 de Mayo y SNTE Sección 55 crearon el Frente Común Sindical para poner freno “a la política a la política de seguridad social impuesta a toda costa y por encima de los de trabajadores”.
Reprocharon la imposición de una empresa de nombre Medical Life, detrás de la cual aseguran existen intereses empresariales ajenos a los tlaxcaltecas, medidas más encaminadas a satisfacer la habitual voracidad de la clase empresarial.
Por encima de la frivolidad de una gestión como la de Lorena Cuéllar y el uso recurrente de la fuerza pública los trabajadores aglutinados en el Frente Común Sindical anunciaron una mega movilización el 8 de agosto.