Se presentaría “contra todo pronóstico” en Puebla
El Flaco de Úbeda no pisó escenario poblano. El Joaquín Sabina admirado, seguido y comúnmente ovacionado por un público transgeneracional que lo observa y escucha como desde la última vez que pisó suelo poblano en mayo de 2017, en un concierto que entonces llevó como título “Lo niego todo”.
Sabina y su especie ha sido capaz de expresar frases que le han ayudado a construir esa imagen de lúdica, pero profunda (bastante trabajo me ha costado cometer mis pecados como para malbaratarlos en arrepentimientos vanos), no pudo cumplir con quienes por décadas le han seguido los pasos.
La esbelta figura de este escritor de poesía, coplas y sonetos, soporte de 74 años de una legendaria fama, compositor de rock se resiste a ser definido como en su autobiografía: “Ni ángel con alas negras, ni profeta del vicio, ni héroe en las barricadas; ni ocupa, ni esquirol”, tiene una legiones de seguidores que van de Tierra del Fuego a América del Norte.
Borja Montenegro, un guitarrista de apenas 40 años, nacido en Toledo es el Benjamín de la banda sabinera.
Entró con su carácter musical a ocupar un espacio que por cuatro décadas estuvo en manos del legendario músico con quien el genio de Sabina marcó distancia en un rompimiento que asombró y dolió a los admiradores sabineros en todo el mundo: Pancho Varona, el virtuoso de las cuerdas con quien se hizo acompañar en mas de mil conciertos, según relatan las páginas del diario madrileño El País.
Montenegro fue entrevistado por el reportero Álvaro Ramírez en un hotel de la zona metropolitana de Puebla, horas antes de la presentación frustrada en el Auditorio Metropolitano. “Para mí es un regalo total y absoluto; es mi primera gira con Joaquín, vengo porque no está un personaje muy importante, Pancho Varona” a quien ha considerado insustituible.
“Nunca pensé que podía en tocar con una banda muy consolidada desde hace muchos años, así que me lo tomo como un regalo cada día, un regalo de Papá Noel”.
El equipo sabinero no podría estar completo sin Antonio García de Diego, voz infaltable en creaciones como “Tan joven y tan viejo”, o los acordes de requinto en “Ahora que” define a la gira Contra todo pronóstico como una de las más emocionantes por diversas razones.
“Parece utópico, hay lugares en donde nos sentimos tan cercanos, a la música, al cariño de la gente y cómo es algo mutuo, estábamos deseosos de llegar (…) esta es una gira muy especial; realmente se puede intuir que pueda ser la última, la penúltima de Joaquín”, responde a la pregunta obligada: ¿Contra todo pronóstico, otra vez rodando con el maestro Sabina?
-Sabina le pone mucha literatura a casi todo, responde de buen talante este productor y músico que por más de 37 años ha estado al lado del personaje central del documental Sintiéndolo mucho (Fernando León de Aranoa, 2022) en el que se percibe a un niño inquieto y adolescente con clara tendencia a la izquierda cuando en España era delito disentir en un régimen absolutista como el de Francisco Franco.
Un retrato crepuscular de quien probablemente termine como comenzó en Nos sobran los motivos: “este adiós no maquilla un hasta luego”.