Bocetos de Campaña escribe Rodolfo Huerta Espinosa
El pasado sábado por la tarde los poblanos nos enterábamos de una noticia que corría como agua de un río desbordado. Hasta nuestros móviles llegaban los textos a través de las diferentes redes sociales, gente mala, sin escrúpulos, había acabado con la vida del compañero Jaime González Pérez (QEPD) quien había sido seleccionado para ser el candidato a la alcaldía del municipio de Acatzingo. Puebla.
Notas de diferentes estilos y versiones del fatal evento, inundaron las redes especulando sobre los motivos que condujeron a este desenlace. Junto a este mosaico de versiones, y después de la sorpresa que trae consigo la infausta noticia, leíamos textos condenando el hecho. Hasta ese día el proceso electoral en nuestro estado se había llevado sin sobresaltos, quizá alguna que otra manifestación de descontento en tal o cual municipio, del universo de 217 que conforman la geografía de Puebla. Las aguas estaban en calma en las diferentes fuerzas políticas, todas y todos esperando el día que marca el calendario electoral e iniciar las campañas para los diferentes cargos de elección popular.
La fatal fecha, sábado 23 de marzo de 2024, motiva a la reflexión. La violencia no debe normalizarse, la violencia y la muerte no deben tener nunca espacio en la política, sin embargo, y por desgracia en nuestro estado, la violencia ha hecho de las suyas en diferentes procesos electorales, aquí un recuento de sucesos violentos.
En 2015 es asesinado el coordinador de campaña del candidato a diputado local del PRI por Chignahuapan, en el mismo año pierde la vida violentamente el representante del PRI en Zacatlán.
En la contienda de 2018 los saldos de la crueldad criminal crecieron. Es asesinado el candidato de MORENA a la alcaldía del municipio de Ocoyucan, de igual manera ocurrió con dos candidatos del PVEM, el candidato a diputado local por Huahuchingo y una candidata a regidora. También le fue arrebatada la vida al candidato a la presidencia municipal por el PRI del municipio de Francisco Z. Mena.
Del mismo modo, el proceso electoral de 2021 dejó saldos rojos. En el municipio de Ocoyucan el candidato a la alcaldía por los partidos MORENA, PT, PSI sufrió una herida de bala, el candidato a la presidencia municipal del municipio de Oriental por el partido MORENA, fue amenazado y su casa recibió ráfagas de balas. Otras víctimas de violencia por asalto fueron: una candidata a diputada federal por el PAN en la ciudad de Puebla y la candidata a la presidencia municipal de Ahuatempan, quien además recibió amenazas durante su trayecto a la ciudad de Puebla. A todo esto se sumaron los asesinatos de dos colaboradores del candidato a la presidencia municipal de Xicotepec y del presidente del comité municipal del PRI en el municipio de Tetela de Ocampo.
La violencia se ha hecho presente en diferentes procesos electorales dejando luto y tristeza en hogares de diferentes regiones nuestro Estado. En esencia, la política es contraria a la violencia, sin embargo, la política en Puebla ha sido alcanzada por las balas, violencia que por desgracia, está presente en diferentes regiones de nuestro país.
Muchos como yo, mantenemos la hipótesis que la política es diálogo, acuerdo, encuentro de caminos que solucionen y pongan fin a nuestras diferencias. La buena política contribuye a la solución de problemas comunes, la buena política se hace con argumentos, con tolerancia y con inclusión.
Por desgracia la política, y más la buena política, pierde terreno ante la politiquería, de la que se hace gala en discusiones estériles entre actores (malos políticos) donde el escándalo, la diatriba, la descalificación y la ofensa, ganan terreno. Cuando los argumentos pierden espacio, avanza la ofensa y su hermana la injuria, crece, entonces aparecen la violencia y la sinrazón que hacen de las suyas, con ello se incuba el odio que da paso a la maldad. Como sociedad democrática estamos obligados a luchar siempre contra la violencia y sus consecuencias, porque de permitir que la violencia y el odio avancen, éstas dejarán heridas y cicatrices imborrables en nuestras generaciones. Para concluir este boceto, porque estoy convencido de ello comparto con ustedes el mensaje que escribí en mi cuenta de X (antes Twitter).
Las balas no detendrán nuestros anhelos de transformación. Independientemente de ideología, militancia o credos religiosos, la luz del entendimiento nos debe alcanzar a todos.
@rohuere