Sanando con tu voz interior

Sanando con tu voz interior
Parabólica.Mx
El rincón de Morgado

El rincón de Jorge A. Rodríguez y Morgado

"El que escucha la voz interior, puede encontrar la paz en medio del caos.”

Carl Gustav Jung

Está escrito en la Biblia en la primera carta de San Pablo a los Tesalonicenses en el capítulo 5, versículo 23: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro Ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. Aquí se aprecia que, todo Ser Humano está constituido de tres partes: el cuerpo físico, el alma y el espíritu.

El espíritu, es la parte más profunda, es el órgano interno, por el cual tomamos conciencia de Dios y tenemos contacto con Él. El alma es un intermediario entre nuestro espíritu y nuestro cuerpo; por ella vivimos conscientes de nosotros mismos, pensamos, razonamos y experimentamos felicidad, amor, tristeza, compasión, y somos capaces de elegir y tomar decisiones. El cuerpo, como parte superficial, es el órgano externo; por él estamos conscientes de la creación y tenemos contacto con el mundo material.

Nuestro cuerpo existe en el mundo material y contacta las cosas tangibles de éste usando nuestros cinco sentidos. Es la parte visible y externa de nuestro ser. Nuestra alma está contenida en nuestro cuerpo, y nuestro espíritu está contenido en nuestra alma.

Al ser el alma un intermediario entre el cuerpo y el espíritu, ella se manifiesta de forma interna con el pensamiento y de forma externa mediante la palabra y la acción. La manifestación del alma se refiere a nuestros procesos internos, el lenguaje que usamos y las acciones que realizamos, lo que expresa nuestra esencia, conectando el ámbito de lo inmaterial con lo material y el mundo exterior.

El pensamiento es la faceta intelectual y tiene el poder de influir en nuestro cuerpo, nuestra salud emocional e incluso nuestro destino. La palabra es el medio para expresar nuestros pensamientos al mundo y tiene el poder de ser portadora de vida, amor, perdón o juicio. La obra, son las acciones que realizamos en el mundo físico, resultado tangible de nuestros pensamientos y palabras, donde nuestra voluntad se manifiesta en el plano material.

La palabra se puede dar en tres formas: la palabra oral (sonido y diálogo), la palabra escrita (letras y texto) y la palabra pensada -voz interior (pensamientos internos, que se pueden manifestar en el discurso escrito).

Es en el pensamiento (nuestra mente) donde se generan palabras produciendo el diálogo interno, esa voz o conversación que tenemos con nosotros mismos a través de reflexiones que nos ayudan a procesar experiencias, tomar decisiones, interpretar la realidad y regular nuestras emociones, reflejando nuestro ser interior y nuestro propósito en la vida.

Desde que nacemos, convivimos con esa voz interior, nos acompaña murmurando palabras de aliento o de desesperanza, lo que alguna vez fue considerado un fenómeno místico, hoy es visto como un componente esencial de la existencia humana.

Sigmund Freud, asociaba la voz interior con el inconsciente, un espacio oscuro donde se almacenan deseos reprimidos, recuerdos dolorosos y pensamientos que no logramos integrar de manera consciente. Para Carl Jung la voz interior era una forma de contacto con los aspectos más profundos de nuestra alma, ofreciendo conocimiento sobre nuestras motivaciones y deseos más auténticos.

En la actualidad, investigaciones modernas han señalado que la voz interior o diálogo interno tiene un fuerte impacto en nuestra salud mental, ya sea positivo o negativo ya que, por un lado, la voz interior puede ser un recurso invaluable para el autoconocimiento y el crecimiento personal. Por otro lado, la voz interior puede convertirse en un enemigo peligroso cuando está dominada por pensamientos negativos y autocríticos.

Según estudios realizados por la Universidad de Nueva York (2021) y la Universidad de Harvard (2022), 65% de las personas que experimentan pensamientos autocríticos intensos tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, estrés, dificultades para concentrarse y sentimientos de desesperanza.

Por otro lado, la voz interior positiva, que se expresa a través de pensamientos de autocompasión y apoyo interno, ha demostrado estar asociada con mayores niveles de bienestar y resiliencia. Un análisis de la Universidad de Cambridge (2020) encontró que las personas que practicaban afirmaciones positivas diarias experimentaban una mejora en sus niveles de estrés y una mayor capacidad para manejar las adversidades de la vida.

Como se puede apreciar, el poder de la voz interior influye en la salud de la persona. Existen varios métodos para reducir el poder de los pensamientos negativos y no realistas sobre nuestras emociones, pero no hay nada más eficaz que detectarlos y transformarlos. Uno de ellos, es el método de las 4 preguntas. Se trata de hacernos 4 cuestionamientos cada vez que uno se sienta: deprimido, triste, enfadado, ansioso, asustado o fuera de control. Las preguntas son: 1. ¿El pensamiento es real?; 2. ¿Puedo estar completamente seguro de que es verdad?; 3. ¿Cómo me siento cuando pienso esto?; 4. ¿Quién sería yo sin este pensamiento?

“Después de hacerte estas preguntas, se propone transformar el pensamiento original en su opuesto y observar qué sucede. Este cambio de perspectiva puede ayudarte a reformular el pensamiento inicial y a ver las cosas de manera diferente. Es el primer paso para abrirte a nuevas posibilidades de pensar y actuar.”

El mismo poder que tiene la voz interior para destruir puede ser utilizado para sanar. Cuando el diálogo interno se convierte en una herramienta positiva, los resultados en términos de salud son sorprendentes

El poder de la voz interior es innegable, y su impacto sobre nuestra salud es profundo. La forma en que nos hablamos a nosotros mismos, la calidad de ese diálogo, y el tipo de narrativas que nos repetimos, tienen consecuencias tangibles en nuestro bienestar emocional.

Reflexionemos sobre ello, amable lector.