Ecosistema digital escribe Carlos Miguel Ramos Linares
El reciente escándalo en torno a la criptomoneda $Libra, promovida por el presidente argentino Javier Milei, ha puesto en evidencia los peligros de la tecnocracia que, disfrazada de promesa de eficiencia y modernidad, puede derivar en fraudes masivos y desilusión ciudadana.
La tecnocracia, entendida como el gobierno de expertos técnicos y economistas, se presenta a menudo como la solución a los problemas complejos de una nación. Sin embargo, cuando estos "expertos" se desvinculan de la realidad social y ética, sus decisiones pueden tener consecuencias desastrosas. El caso de $Libra es un claro ejemplo: una criptomoneda sin respaldo tangible, promocionada por la máxima autoridad del país, que llevó a más de 40,000 personas a perder sus ahorros tras su colapso abrupto.
Milei, conocido por su enfoque tecnocrático y liberal, defendió su promoción de $Libra argumentando que los inversores eran conscientes de los riesgos, comparando la inversión en criptomonedas con apostar en un casino.
Esta postura revela una desconexión preocupante entre la tecnocracia y la responsabilidad social. Al priorizar la innovación financiera sin una adecuada regulación o consideración de las implicaciones sociales, se abre la puerta a estafas que afectan a miles de ciudadanos.
Además, este incidente ha generado una crisis política significativa. La oposición ha solicitado un juicio político contra Milei, y la economía nacional ha sufrido un impacto negativo, con una caída del 5.6% en el índice de la Bolsa de Buenos Aires.
Esto demuestra que una tecnocracia que actúa sin transparencia y sin rendir cuentas puede erosionar la confianza pública y desestabilizar las instituciones democráticas.
Es esencial que los líderes tecnócratas comprendan que su expertise técnico no los exime de la responsabilidad ética y social. La promoción de proyectos financieros debe ir acompañada de una evaluación rigurosa de sus riesgos y beneficios, así como de una comunicación clara y honesta con la ciudadanía. De lo contrario, la tecnocracia puede convertirse en un vehículo para el fraude y la desilusión, socavando la confianza en las instituciones y en la propia idea de progreso tecnológico.
El caso de $Libra y Javier Milei sirve como una advertencia sobre los peligros de una tecnocracia desenfrenada. La combinación de decisiones técnicas sin supervisión adecuada y la falta de consideración por el bienestar ciudadano puede resultar en fraudes de gran escala y en una crisis de confianza en el liderazgo político. Es imperativo que la tecnocracia se ejerza con responsabilidad, ética y un compromiso genuino con el bienestar de toda la sociedad.
El escándalo de $Libra no solo expone la fragilidad de la tecnología sin contrapesos, tampoco es el primero, ni será el último en que la tecnocracia mal gestionada termina en fraude o desilusión. La historia reciente ofrece ejemplos como el colapso de FTX o el caso de Theranos, en los que el entusiasmo por la tecnología y la falta de supervisión permitieron que modelos insostenibles prosperaran hasta colapsar. La diferencia en el caso argentino es que el propio presidente se encuentra en el centro del escándalo, lo que agrava la crisis de confianza.
@cm_ramoslinares