¿Estrategia mediática o esperanza? Utilizan tecnología en búsqueda de desaparecidos

¿Estrategia mediática o esperanza? Utilizan tecnología en búsqueda de desaparecidos
Carlos Miguel Ramos Linares
Ecosistema digital

Ecosistema digital escribe Carlos Miguel Ramos Linares

En México, la tragedia de los desaparecidos se ha convertido en un tema omnipresente, tanto en las calles como en las noticias. Con una cifra alarmante de desaparecidos sumado a la polémica por el caso de Teuchitlán, Jalisco, el gobierno ha optado por incorporar herramientas tecnológicas avanzadas para reforzar la Comisión Nacional de Búsqueda. Entre ellas, destacan los drones y los georradares, cuyo uso promete un cambio en la eficacia de los esfuerzos para localizar a miles de personas que aún permanecen en la sombra del olvido. Sin embargo, es crucial cuestionarnos si realmente estamos ante una solución efectiva o simplemente ante una maniobra más dentro de la política de imagen del gobierno.

El subsecretario de Derechos Humanos, Félix Arturo Medina, destacó la importancia de esta iniciativa, mencionando que no sólo se incrementará el personal, también se utilizarán tecnologías de punta para agilizar y mejorar las búsquedas. Esto, sin duda, suena como una noticia positiva para las familias que llevan años esperando respuestas. La integración de drones y georradares podría permitir un acceso más eficiente a terrenos difíciles, zonas remotas y otros lugares de alto riesgo. La promesa de optimizar las capacidades de búsqueda forense también es una respuesta necesaria ante el creciente número de casos de desapariciones.

Sin embargo, más allá de la novedad tecnológica, debemos preguntar si el simple hecho de contar con equipos avanzados será suficiente para solucionar el problema subyacente. México enfrenta una crisis de violencia organizada, corrupción institucional y, sobre todo, una falta de justicia efectiva. La aparición de estos dispositivos y herramientas no debe ser vista como un sustituto de las reformas estructurales que el país necesita en materia de justicia y derechos humanos.

Las iniciativas tecnológicas, si bien valiosas, deben acompañarse de un cambio en las políticas públicas, como una mejor coordinación entre las fiscalías, una actualización de los protocolos de búsqueda y una mayor transparencia en el manejo de los casos. Las familias de los desaparecidos requieren mucho más que promesas tecnológicas; necesitan respuestas claras, justicia y el fin de la impunidad.

Aun así, no podemos negar que la incorporación de la tecnología en estos procesos es un paso importante hacia la modernización de las búsquedas y la mejora de la eficiencia en los protocolos de identificación. Pero si el gobierno realmente desea dar un paso significativo hacia la resolución de este doloroso problema, deberá demostrar que la tecnología es solo una herramienta dentro de un enfoque más amplio que realmente priorice la vida y la dignidad de las víctimas, y no solo el protagonismo político o mediático.

En conclusión, el uso de drones y georradares puede ser una luz en el camino, pero solo si se complementa con un compromiso más profundo con la justicia y los derechos humanos. Mientras tanto, las familias seguirán esperando respuestas, y el gobierno tendrá que hacer mucho más para que sus promesas tecnológicas no queden reducidas a simples titulares.

 

@cm_ramoslinares