No reelección, no nepotismo

No reelección, no nepotismo
Gerardo Ruiz
Historias de un joven reportero

Historias de un joven reportero por Gerardo Ruiz

El poder se ejerce.

Con esa máxima de la política –la realpolitik, no la bananera a la que muchos y muchas están acostumbrados–, Claudia Sheinbaum ha comenzado a mandar mensajes contundentes de que ella, y solo ella, tiene en sus manos las riendas del país y que habita en la habitación principal del llamado Segundo Piso de la 4T.

Sí, el poder de la presidenta no es un poder compartido ni prestado ni que detrás de ella está aún la presencia de Andrés Manuel López Obrador.

En el marco del 108 aniversario de la promulgación de la Constitución Mexicana en el Teatro de la República en Querétaro, Sheinbaum Pardo hizo formal la presentación de sus dos primeras reformas propias a las leyes electorales actuales: derogar la reelección de legisladores federales y locales y de alcaldes, y prohibir el nepotismo en la administración pública y en los cargos de elección popular.

Desde el lugar en donde nació la República y sus leyes, la presidenta Sheinbaum encontró el mejor recinto para vengarse de las familias custodias y la llamada casta de los “duros” de Morena que bloquearon en el 2023 a Omar García Harfuch, su proyecto político más visible, de la candidatura a la jefatura de la Ciudad de México y en lugar impusieron a una de las suyas como abanderada: Clara Brugada.

A bote pronto, las propuestas de la presidenta Sheinbaum parecería tener un destinatario claro en la figura de Andrés Manuel López Beltrán, actual secretario de Organización del CEN de Morena, presunto sucesor de Brugada en el gobierno de la capital del país y soñador con portar, como su padre, la banda presidencial en el 2036.

Sin embargo, las iniciativas de reforma van más allá de la figura del hijo del expresidente López Obrador.

La reforma constitucional para prohibir de manera explícita el nepotismo, al decir de Claudia Sheinbaum, busca prohibir que un familiar suceda de manera inmediata a otro en puestos de elección popular.

Hoy 5 de febrero no puedo dejar pasar la fecha, así que estoy enviando al Congreso de la Unión dos nuevas reformas constitucionales, la primera, en honor a la Constitución de 1917, la no reelección a ningún puesto de elección popular. La segunda, la prohibición expresa de que ningún familiar pueda suceder de manera inmediata a otro tratándose de un puesto de elección popular, es decir, no al nepotismo”, externó la presidenta de manera enérgica.

Si alguien conoce y padeció del nepotismo en Morena fue precisamente Claudia Sheinbaum.

Y es que la hoy mandataria fue víctima durante su gestión en la CDMX y en su sucesión de las familias custodias de Morena como los Alcaide, los Luján o los Batres, todas ellas cofradías que se han beneficiado de cargos públicos, puestos partidistas y hasta contratos con diferentes gobiernos, tanto estatales como el federal.

La no reelección también plantea otro mensaje de poder de Sheinbaum, pues con la derogación de la reelección de legisladores, la presidenta se podrá sacudir al fin a aquellos y aquellas indeseables que hoy ocupan una curul en la Cámara de Diputados como carga onerosa del lopezobradorato y que han sido claves para frenar su proyecto de nación.

La presidenta de México quiere que la siguiente legislatura de la Cámara baja sea cien por ciento suya y con perfiles que exclusivamente atiendan a sus intereses y no de tercero para cerrar su sexenio.

En Puebla, el nepotismo y la reelección arrojaron resultados funestos para el estado.

El nepotismo, por ejemplo, permitió que familias como los Mier Bañuelos hayan vivido de nuestros impuestos durante más de una década, pues desde Nacho Mier, sus hijos Nachito Junior y Daniela y hasta su sobrino Moisés han ostentado cargos públicos, de elección popular y hasta se han enriquecido con millonarios contratos con diferentes niveles de gobierno.

También están los Rivera Vivanco, otro linaje de Morena que hemos mantenido con nuestros impuestos al pagar los salarios de la madre, hermanos, hijas y hasta parejas sentimentales.

La ‘no reelección’ propuesta por Sheinbaum y avalada por el gobernador Alejandro Armenta también ayudará al hoy mandatario poblano, pues con esta disposición de la presidenta, que si bien entraría en vigor hasta el 2030, el presidente del Consejo Político Estatal, el diputado Andrés Villegas, ya adelantó que se aplicará para el 2027, asegura transitar durante la segunda mitad de su gobierno con una legislatura afín y leal, no como sucede ahora que está divida entre diferentes grupos del morenismo local.

La derogación de la reelección también termina por afectar, como principal daño colateral, a Pepe Chedraui, quien tenía la intensión de repetir en la presidencia municipal de la capital y con esto buscar la candidatura de Morena al gobierno del estado en el 2030.

También echa por la borda los sueños guajiros de aquellos diputados locales y federales que pretendían vivir del erario por otros tres años.

La presidenta Claudia Sheinbaum ya ejerce el poder.

A su forma y con sus tiempos.

Momento y oportunidad.

El poder, oh sí, se ejerce.

No nepotismo, no reelección.

A ver cuántos adictos al poder de Morena no terminan en las filas del Verde Ecologista.

Que Félix Salgado Macedonio los redima.

@GerardoRuizInc