Tradición boxística

Tradición boxística
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

Desde que el estadounidense Thomas Hoyer Monstery inauguró una escuela de combate que ofrecía clases de esgrima con florete y sable, además de bayoneta y boxeo, este último se ha convertido en un deporte que da muchas satisfacciones a nuestro país: Catorce medallistas olímpicos, entre ellos dos campeones: Ricardo Delgado en peso mosca y Antonio Roldán en el pluma de México 68 https://www.youtube.com/watch?v=Ru1PvodGXDE&t=257s, además de tres platas: Francisco Cabañas quien inauguró el medallero mexicano en esta disciplina en Los Ángeles 32 en mosca tras perder la final ante el húngaro Itsván Énekes, Alfonso Zamora se quedó con el subcampeonato olímpico en Múnich 72 en gallo https://www.youtube.com/watch?v=Ovr0Tjq8wu0 y Héctor López, también en gallo, fue segundo lugar en Los Ángeles 84 https://www.youtube.com/watch?v=OsdrhRpZZOM. En materia profesional se cuentan más de 150 campeones mundiales, el segundo país con más campeonatos sólo detrás de Estados Unidos; dieciocho pugilistas han ingresado al Salón Internacional de la Fama de Nueva York.

Nombres como Julio César Chávez, Ricardo “El Finito” López, Carlos Zárate, Rubén “El Púas” Olivares, Raúl “El Ratón” Macías, Salvador “Sal” Sánchez, Marco Antonio Barrera, Guadalupe “Lupe” Pintor, José “Pipino” Cuevas, Daniel Zaragoza y Saúl “Canelo” Álvarez se han ganado un lugar especial entre la fanaticada.

En 1895 el gobernador de Hidalgo, Rafael Cravioto autorizó las peleas de boxeo como medio para evitar que la resolución de conflictos llegara a las armas, durante la Revolución Mexicana estuvo prohibido, pero a partir de 1920 retomó su fortaleza; Narciso “Chicho” Cisneros fue el primer pugilista en obtener una clasificación internacional por parte de la revista de “The ring” al ser doble campeón nacional en gallo y pluma, mientras que el primer boxeador que representó a México en Juegos Olímpicos fue Alfredo Gaona en Ámsterdam 1928.

Dentro de toda esta pléyade, vamos a hablar de algunos momentos que contribuyeron a la gran tradición del boxeo mexicano. Salvador Sánchez nació en Santiago Tianguistenco, Estado de México el 26 de enero de 1959, hijo de campesinos, superó la reticencia de sus progenitores a los que no les gustaba por el riesgo que conlleva el boxeo, incluso al inicio de su trayectoria parecía inclinarse a la lucha libre, pero fue descubierto por Agustín Palacios Rivera quien le inculcó la disciplina del boxeo. El 2 de febrero de 1980, a los veintiún años, se coronó campeón mundial pluma del Consejo Mundial de Boxeo al noquear en trece asaltos a Danny “Coloradito” López, lo cual fue una sorpresa por la forma en la que lo trabajó ya que conforme avanzaba la pelea era evidente el deterioro físico que causaban los golpes de Sánchez Narváez. A partir de ese momento, “Sal” defendió su título con éxito en diez ocasiones, incluyendo una revancha con el “Coloradito” al que volvió a noquear, ahora en catorce episodios, y otras que se quedaron en la retina de los aficionados https://www.youtube.com/watch?v=ZANaEeC8MRY.

Tal vez las dos más llamativas fueron la del 21 de agosto de 1981 cuando se enfrentó al puertorriqueño Wilfredo Gómez quien era tres veces campeón mundial y un hombre que ya había derrotado a otros pugilistas mexicanos; eran momentos de un gran pique entre los boxeadores boricuas y los mexicanos por lo que Gómez aprovechaba cada reflector para hablar mal. Las crónicas de la época relataban que se respiraba mucha tensión en Las Vegas; Gómez no había perdido en su carrera, era una celebridad en Puerto Rico y era reconocido por su fuerza ya que había ostentaba 32 nocauts, sumaba cinco victorias ante mexicanos: Entre ellas la de 1978 ante Carlos Zárate tras apenas cinco asaltos https://www.youtube.com/watch?v=BiWfVICxgtk, por lo que previo a la pelea calificó al oriundo del Estado de México como un don nadie e incluso vaticinó que ganaría en ocho rounds. Por su parte, el mexicano reconoció que el peligroso boricua le caía mal, porque “era un hablador”, para ese momento su foja indicaba cuarenta triunfos, un empate y una derrota por las 32 victorias, todas por nocaut, sin descalabros de Gómez.

A los pocos segundos ya le había demostrado su poder al puertorriqueño al que le había hecho tambalear, por lo que tuvo que adoptar una postura defensiva ante las ráfagas del mexicano. Fausto Salcedo escribió: “Mientras que el puertorriqueño redujo sus ataques a un andar más lento y confuso, Sánchez seguía atacando con una ferocidad calculada, golpe tras golpe, sin siquiera un instante para respirar. Recibió varios puñetazos que lo cimbraron en su sitio, pero estaba motivado por una inspiración que superaba la imaginación y la lógica. No titubeó ante el sudor, el calor, ni la sangre: en cada puño, escribió en el aire su coraje”. Pese a que en cada episodio el rostro de Gómez mostraba más signos de la batalla, la pelea llegó al octavo round, lo cual ya rompía el pronóstico de la estrella boricua: “Salvador Sánchez le asestó un gancho rotundo, y Wilfredo Gómez sintió cómo se esfumaba el equilibrio de la tierra, y cómo se le doblaban las rodillas como lápices partidos por la mitad. La promesa se le torció: había jurado ante los reflectores, una y otra vez, que derrotaría a Sánchez en menos de ocho rounds. Intentó, una vez más, ponerse de pie, pero el referi dio por terminada la pelea en medio de un estrépito del público que sonó como si el mundo entero cediera a una catástrofe descomunal. Por primera vez en una carrera de 32 victorias consecutivas, todas por nocout, Wilfredo “el bazuca” Gómez, el hombre insigne de Puerto Rico, campeón mundial de peso supergallo, había perdido ante un mexicano”, relató el mismo Saucedo https://www.youtube.com/watch?v=O5RPDtB7ufI.

Mientras Sánchez Narváez mostró su confianza al declarar que para él la victoria no había sido sorpresa porque se había preparado para ello, Gómez regresó triste a casa, dijo que le había fallado al pueblo puertorriqueño y buscó una revancha que nunca llegó. Un año más tarde, el 21 de julio de 1982, “Sal” se enfrentó al ghanés Azumah Nelson en el Madison Square Garden de Nueva York, el rival era un desconocido que se había encontrado con la oportunidad luego de que el invicto Mario Miranda quedó fuera por una lesión. El ghanés mostró las condiciones que años más tarde lo encumbrarían por lo que la pelea resultó espectacular y una de las más emocionantes que se recuerdan ya que se dieron cientos de golpes. A diferencia del duelo con Gómez, Sánchez no pudo noquear y la batalla llegó hasta los quince rounds pactados para la época, al final la victoria fue para el mexicano que así cumplió con la décima defensa de su título, “Sal” Sánchez ya era un ídolo en México y él empezaba a hacer otro tipo de planes ya que había comentado que quería dejar el boxeo para estudiar medicina https://www.youtube.com/watch?v=WAItjRkNg1g.

Casi tres semanas más tarde, la madrugada del 12 de agosto, “Sal” tomó la carretera México-Querétaro en su Porsche 928 blanco tras haber estado con amigos. Cerca de las tres de la mañana se estrelló con un camión a doce kilómetros de llegar a su destino. México se vistió de luto, el funeral fue transmitido en televisión abierta, Wilfrido Gómez al enterarse viajó para presentarse: “Trémulo, digno, viajó desde Puerto Rico como si fuera un amigo de siempre, y con un ramo de flores, asistió al funeral del hombre que le cambió la vida. Vio pasar el entierro de Salvador Sánchez como algo inexplicable que había ocurrido con el alcance de las cosas que son irremediables. Fue la derrota de su destino. Wilfredo Gómez se quedó solo, en medio del llanto de mil fanáticos, en el epicentro de las flores pisoteadas y los llantos de tristeza y de júbilo, los mariachis y las tamboras, y con las imágenes de Salvador Sánchez viéndolo sin ver en todos lados y en todas partes, como un amigo y un enemigo que habría de acompañarlo para siempre, hasta el último de sus suspiros”, escribió Fausto Salcedo https://www.youtube.com/watch?v=tgGb3dZEty0.

Sal Sánchez tuvo una corta de vida, muy intensa, dejando la sensación que si ya era un ídolo tenía las condiciones para escribir muchas más páginas brillantes para el boxeo mexicano. Por cierto, tras su fallecimiento, Juan Laporte, quien ya había perdido con el del Estado de México, derrotó a Miranda, retuvo el titulo frente a Castillo, también derrotado por Sánchez. Wilfredo Gómez tuvo su momento al destronar a Laporte, pero apareció Azumah Nelson quien sumó siete victorias consecutivas tras caer con Sánchez, para citarse con el puertorriqueño en 1984 en una pelea que terminó en el décimo primer asalto con el nocaut del ghanés sobre el boricua, Nelson sumó seis defensas exitosas hasta 1987 cuando subió al peso súper pluma https://www.youtube.com/watch?v=ff-T9zO8lVk. Salvador Sánchez enfrentó a todos los importantes de su época y les ganó, generando batallas boxísticas que más de cuarenta años más tarde todavía se recuerdan.  

Este fin de semana, Puebla que tiene un medallista olímpico de bronce, Mario González en el peso mosca de Seúl 88 https://www.youtube.com/watch?v=QGC4ZX27z1E, vivirá un fin de semana lleno de boxeo. Hoy la campeona mundial plata, Gaby “La Bonita” Sánchez que ostenta un registro de once victorias, seis derrotas, sin empates, con un nocaut, enfrenta a la peligrosa retadora sudafricana Simangele Hadebe quien tiene una foja de catorce ganados, tres descalabros y cinco nocauts. En los entrenamientos públicos se nota como una boxeadora fuerte, muy rápida que le puede complicar la pelea a la campeona poblana que se ha mostrado convencida de obtener un triunfo que signifique una tercera defensa exitosa y retener el cinturón ante su público, en una función de box con causa ya que todo lo recaudado se destinará a la casa de maternidad del sistema DIF Estatal que se ubicará en la que era conocida como “Casa Puebla”, cuando fungía como residencia de los gobernadores.

Pero no es el único acontecimiento boxístico que tendremos en Puebla este fin de semana. El próximo domingo 6 de abril se conmemora el día internacional del deporte para el desarrollo y la paz con el fin de destacar el poder del deporte para fomentar cambios positivos, superar barreras y trascender fronteras. El 6 de agosto de 2013, la Asamblea General de la ONU lo proclamó porque celebra las virtudes y los valores universales del deporte entre ellas una ética de convivencia y de paz. Se escogió el 6 de abril para conmemorar la inauguración de los I Juegos Olímpicos de la era moderna en Atenas 1896. En nuestro país, se decidió impulsar una clase nacional de boxeo con la participación de varias de las leyendas de este deporte como Julio César Chávez ya que el fomento al deporte y a la actividad física se ha convertido en un eje central en la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo quien considera que el deporte debe ser un vehículo principal en la reconstrucción del tejido social, mismo concepto que comparte el Gobernador del Estado de Puebla, Alejandro Armenta quien incluso creó la Secretaría del Deporte y la Juventud, así como la Universidad del Deporte. Esta clase en territorio poblano tendrá verificativo en el zócalo de la ciudad con varios maestros de esta disciplina, incluyendo a “La Bonita” Sánchez tras su batalla ante la sudafricana.

La elección del boxeo como la disciplina que tendrá protagonismo en el día internacional del deporte y la paz, no es gratuita, conecta con la tradición de nuestro país, con la construcción de ídolos populares que brillaron a nivel internacional y dieron gloria deportiva, orgullo y sentido de pertenencia, Julio César Chávez estará presente en la Ciudad de México, pero muchos otros se sumaran en otros estados y seguramente el recuerdo de Sal Sánchez también, debido a que en muy poco tiempo por su calidad y carisma logró un lugar muy especial entre los aficionados de la época en un deporte que forma parte de México.

@abascal2